

El local, ubicado entre medianeras, se abre en sus dos fachadas acristaladas contrapuestas a una terraza exterior que recrea un ambiente de estilo chill-out. En la otra fachada lo hace a un espacio porticado donde se sirven comidas.

La reforma del local pasó por la eliminación de un altillo, para poder ganar una mayor altura, así como en la organización del espacio a partir de una gran barra central, dorada y facetada, que distribuye y organiza todo el movimiento. Algunas de las paredes exhiben, también, este mismo revestimiento.
Los reflejos del acero inoxidable y del latón, omnipresente en el interior, se hacen más evidentes gracias a un sistema de iluminación indirecta que inunda el espacio de contrastes. Una cálida iluminación que tiene en la enorme lámpara suspendida del techo, diseñada especialmente para este proyecto, su foco culminante. Ella es la encargada de iluminar todo el espacio, tanto el de trabajo como el de los comensales.

El trabajo interdisciplinar del estudio con un equipo de jóvenes grafistas ha dado lugar a usar parte de la aplicación gráfica “pixelizándola”. La utilización de un estampado clásico revisitado y actualizado ha sido un recurso formal para revestir el paramento que separa los accesos de los servicios, tanto sobre vidrio como sobre acero inoxidable.
Para más información visiten: Isabel López Vilalta + Asociados
Vía: diarioDESIGN
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