viernes, 16 de diciembre de 2011

Regalos de Navidad

Quien más o quien menos ya ha empezado a pensar en las cosas con las que sorprenderá a su pareja, a sus hijos, amigos, familiares, compañeros o demás seres queridos estas próximas fiestas de Navidad, y no nos cansaremos nunca de subrayar la importancia de los pequeños detalles, porque sin lugar a dudas, cuidarlos supondrá un mayor disfrute de cualquier circunstancia que nos rodee.



Hay muchas personas que disfrutan regalando mucho más que recibiendo, debo incluirme entre ellas, y precisamente el arte de regalar va mucho más allá de comprar un regalo bonito con el que sorprender, el arte de regalar empieza mucho antes de que el destinatario reciba el regalo.

Regalar es un verbo que empieza a conjugarse en nuestra cabeza, nos acompaña en nuestros interminables paseos por todas las tiendas a la caza y captura de ese objeto que creemos sacará una sonrisa a nuestro destinatario, pero luego continúa en nuestra casa, con la parte más personal. Es el tiempo que dedicamos a la presentación de ese regalo.

Nuestra casa se llena de cintas de colores, tarjetas, papeles decorados, lazos, adornos, bolsitas con dibujos de navidad… sumergirnos entre todas esas cosas para elaborar una presentación original nos divertirá a nosotros y sorprenderá gratamente a la persona a quien vaya dirigido ese regalo, porque percibirá en él el tiempo destinado no solo a la búsqueda del detalle, sino el cuidado y el cariño que le hemos añadido después.

El verbo regalar, conjugado en plenitud no termina nunca, pues si hemos cuidado todos los detalles, el destinatario recordará ese regalo para siempre en su memoria, haciendo que permanezca vivo el recuerdo del momento en el que alguien le sorprendió gratamente.

Y a la hora de pensar en la decoración de ese regalo, debemos tener en cuenta las mismas cosas que hemos cuidado en la elección del regalo; si se trata de un hombre, una mujer, un niño, un compañero de trabajo, nuestra pareja… A los niños les encanta recibir regalos llenos de color, para ellos podemos usar papeles decorados con dibujos navideños, cintas rojas, azules, estampadas…

En el caso de los mayores es preferible usar colores más suaves y elegantes como el azul noche, el gris perla, el plata, el dorado, y por supuesto adornados con cintas que en este caso puedes ser lazos de raso o seda, cuerdas estrechas… y por supuesto tarjetitas con el nombre del destinatario e incluso un pequeño mensaje personalizado.

A partir de aquí la imaginación al poder, y este año en el que la mayor parte de las familias no viven sus mejores momentos, la imaginación será nuestra excusa perfecta para desarrollar la creatividad y dar uso a cosas como el papel de embalaje, que este último año se ha convertido en el envoltorio estrella, y el material a partir del que crear sacos, bolsas y otros complementos que usar en la presentación de los regalos.

Y si queremos seguir decorando nuestros paquetes de forma asequible, un paseo por la naturaleza nos hará volver a casa con los adornos perfectos para nuestros regalos. Piñas, frutos secos, ramitas de pino…

Si le gusta y se le da bien las manualidades, puede crear sus propios adornos de fieltro para decorar los lazos de los regalos. Puede confeccionarlos en tejidos de colores similares a los de los papeles con los que ha forrado el regalo, y bordar en ellos sus mensajes de Navidad.

Y como después de todas las molestias que se ha tomado para regalar con arte, seguro que usted también será el destinatario de alguna persona que en este momento está trabajando por usted, recuerde que regalar conlleva un esfuerzo y una dedicación, no olvide regalarle una sonrisa a quien le sorprenda con un regalo.

Vía: Deco Estilo



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