Se puede cultivar tanto en interiores como en exteriores, siempre y cuando se encuentre en zonas de climas cálidos sin heladas o con heladas débiles aguantando temperaturas de hasta -2ºC. Su mantenimiento en el interior es complicado, ya que se trata de una planta delicada que requiere cuidados especiales para su supervivencia, de hecho, con el simple cambio de situación de donde la compre hasta su casa puede perjudicarla. Los cambios bruscos de temperatura no le benefician nada, así que es aconsejable que a la hora de transportarla vaya envuelta en algún plástico que la proteja del frío.
A la hora de adquirirla observe que no haya demasiadas florecillas maduras en el corazón de las brácteas, ya que cuanto mayor número de las mismas menor será su duración. Deben tener en cuenta que en el primer estadio solo hay un capullo abieto y en el último serán diez o más. Inspeccionad también otros aspectos de las plantas como puedan ser tallos rotos, podridos o manchas en las hojas, e incluso que la base no esté bien sujeta y exista riesgo de desprendimiento.
Las condiciones que se deben cumplir para su correcto mantenimiento son las siguientes:
- Luz: Necesitan mucha cuando florece, hacia los meses de diciembre y enero, ya que los ambientes secos y con falta de luz pueden provocar la caida de la hoja. Colocarla próxima a una ventana será todo un acierto.
- Temperatura: Ni demasiado frío, ni demasiado calor, ambos extremos son responsables de una caida prematura de la hoja. Lo ideal son unso 22ºC durante el día y unos 16ºC por la noche.
- Humedad: Si el ambiente es demasiado seco las hojas se caen. Este tipo de planta repele las zonas con calefección muy fuerte. Es aconsejable, poner la planta sobre una capa de guijarros con agua en un cuenco o plato hondo sin que el fondo de la maceta llegue a estar en contacto con el agua. De esta forma, se humedece el aire de alrededor de la planta, siendo más efectivo que pulverizar directamente las hojas y evitando riesgo de infecciones. Solo en casos donde la calefacción esté alta es recomendable pulverizar las hojas, que no las brácteas.
- Riego: Es más beneficioso para la planta regar por abajo, poniendo la maceta unos 15 minutos en un cuenco o plato con agua y retirar el agua restante que no haya absorbido. Con dos riegos por semana será más que suficiente, pero procuren que entre riego y riego se seque en parte el sustrato. El exceso de agua puede ahogar a la planta.
- Abono: Añadiendo un poco de fertilizante líquido una vez cada 10 días será suficiente.
- Poda: Terminada la floración es una planta que se puede conservar si hablamos de climás aptos que la favorezcan. Pueden plantarla en el jardín y dejar que crezca ahí como un arbusto. En climas fríos pretender obtener nuevas flores será complicado por dos motivos:
- Para provocar la floración, tendrían que alargar sus noches tapándola con un cartón o plástico negro al atardecer hasta la mañana siguiente durante varias semanas. Necesita cada día 14 horas en absoluta oscuridad durante los 2 ó 3 meses antes a su floración y el resto del día recibir luz.
- Para que adopte la forma compacta que poseen cuando se compran tendrían que aplicar productos especiales llamados reguladores de crecimiento que lo que hacen es frenar, en cierta medida, su crecimiento.
Si se deciden a intentarlo deben seguir 4 pasos:
- Podar los tallos una vez que hayan caído las hojas dejándolos a unos 10 cm. de la base.
- Recubrir el corte con cera de vela para cerrar la herida del tallo.
- Cambiarla a una maceta de mayor tamaño.
- Ponerla en un lugar más fresco y seco durante un tiempo, pronto aparecerán nuevos brotes.
Vía: El rincón de Sonia
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