Premisas clave en el diseño de la estancia de trabajo fueron la distribución del programa en una planta ligeramente rectangular, disponer de un espacio funcional con una circulación cómoda y trabajar con unos materiales de calidad, sinónimo de sostenibilidad y de mayor longevidad. Todo ello sin perder la estética sobria y elegante que define el estilo de los propietarios.
Resolver la escasez de luz natural.
Uno de los problemas que el equipo de diseño tuvo que resolver fue la escasez de luz natural. El color blanco fue el elegido para dar la mayor luminosidad posible a la cocina. Los resistentes paneles de FENIX, un innovador material, de acabado extremadamente mate, reparable térmicamente, suave al tacto y antihuella, se utilizaron en las encimeras y en la mesa así como en los frentes del mobiliario.
En la línea minimalista de la cocina, resultó esencial la combinación de frentes con apertura gola y push que refuerzan las líneas rectas que definen este espacio y dan un orden estético a todo el conjunto.
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