Hans Verstuyft Architecten engarza funcionalidad y delicadeza en la reforma de un ático en un edificio de David Chipperfield en Amberes (Bélgica)
Como si hubiéramos pasado horas en un lugar cerrado y oscuro, la impresión al abrirse la puerta de este ático es, a la vez, intensa y abstracta: todo el espacio, toda la luz y una blancura de tiza nos inundan, hasta que poco a poco van definiéndose contornos, volúmenes, sobrias tonalidades, estanterías y sillas de nogal, un cuadro de Andy Warhol…
El ático está ubicado en la ciudad belga de Amberes y ha sido diseñado por Hans Verstuyft Architecten. Gracias a que el plano de la planta fue ajustado durante la ejecución estructural del edificio (obra de David Chipperfield) ha sido posible reorganizar el espacio teniendo en cuenta la anchura total de la fachada. Así nacieron estas dimensiones monumentales, estas conexiones y circulaciones que crean, al instante, transitando por el interior de la casa, panoramas sorprendentes.
Sutiles diferencias de atmósfera bastan para cambiar de área funcional en la vivienda. La singular chimenea, situada en la intersección entre el salón-librería y la cocina-comedor, es una blanca escultura que compone (sin diferenciar) la conexión de las zonas, y calienta el aire que comparten, alrededor de esa forma recta y tubular. Si nos ubicamos en el salón, mirando hacia la calle, percibimos la atmósfera de relajado confort hogareño, con alfombra, librería de nogal y sofás, y, también, el panorama fascinante que ofrece –en varios planos– el cuadro de Koen van den Broek en la pared blanca, entre dos ventanas que dejan ver la ribera y el puerto.
Desde ese plano límite del interior (la fachada, vista desde dentro), tanto los altos y rectos ventanales como el rasgo de estilo constructivista del cuadro (y sus pinceladas blancas y azul claro) dialogan con el paisaje exterior. Por una ventana vemos las líneas nítidas de un edificio y por otra, más lejos, abajo, el puerto y el agua quieta azul acero.
Otra de las muestras de coherencia (ventaja de una autoría exclusiva en el diseño) la proporciona la serie de muebles alargados –mesa de comedor, encimera y armarios, bañera, lavamanos– distribuidos por la casa combinando los mismos materiales (madera, piedra). De la misma piedra italiana que la bañera y la encimera es el suelo continuo, tan claro que parece emanar luz propia cuando anochece y se encienden las farolas del puerto.
Para más información visiten: Hans Verstuyft Architecten
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