jueves, 19 de octubre de 2017

Xanc i Meli por AMOO

Físicamente, el local, ubicado en los bajos de la calle Francolí 53 de Barcelona, ​​tiene una estructura de tubo de 17x3,80m. Cerrado hace más de 10 años y en un estado de conservación muy precario, la primera decisión fue rehabilitar los elementos dañados y conservar la estructura original del local, sin intervenirla.
Conceptualmente, la propiedad apuesta por un local de cocina catalana tradicional, con platillos de escabetxos, ofegats y salsas, pero intentando darles un toque contemporáneo. Asimismo, debe ser un lugar donde poder hacer el vermut el fin de semana. Esto implica, a nivel de distribución del local, tener barra pero también mesas. Dados los muros de carga originales, se decide mantenerlos dividiendo el espacio en tres ambientes:
Sala: Se decide mantener limpia la entrada del local, sin invadirla con la barra. Un lugar de mesas de tertulia con barras laterales. Se mantiene la gran altura original.
Barra: Se coloca detrás del primer muro de carga, respetando sus aberturas originales y aprovechándolas. Tiene visión directa hacia la sala, y en este espacio se encuentra también la cocina. La barra principal está auxiliada por barras de apoyo laterales. La altura es variable, recogiendo la zona de trabajo para el paso de instalaciones.
Salón: Habiendo pasado la barra y el acceso a los aseos, se encuentra un espacio recogido y de altura reducida, que sirve para las comidas más íntimas y tranquilas en mesas con un banco corrido y sillas. Este espacio, inicialmente oscuro, se apoya en un patio que se ha revestido y tratado lumínicamente para dar sensación de aire y de cielo abierto.
Mediante los materiales, las geometrías y los modos en que se disponen, se quiere establecer el diálogo conceptual con el local que propone la propiedad: elementos de la construcción tradicional catalana pero colocados de manera que rompan la idea preconcebida, aportando la contemporaneidad necesaria . Toda esta aplicación se hace desde la cota 0 hasta la 2,20: a partir de esta altura, se enyesa y se pinta todo de un mismo color.
Muros: Se decide repicar los muros existentes, y se encuentran diferentes trabajos de mampostería y de obra de fábrica, ya sea con aparejo de ladrillo macizo manual dispuesto a panderete o a soga. Aquellos paramentos nuevos o que se consideran de poco interés, se revocan y se pintan o se aplacan con DM fresado y pintado.

Pavimento: Se coloca un pavimento de rasilla convencional, material base de la albañilería tradicional más humilde, pero se dispone en ángulo y con junta de 1cm en el sentido longitudinal y junta cerrada en el transversal, remarcando la direccionalidad del pavimento. En la entrada, cada 3 hiladas, se colocan piezas de mármol blanco país que enfatizan aún más la direccionalidad y dan profundidad. En la zona intermedia, vinculada a la barra, se dispone pavimento de mármol de 60x40cm. Este pavimento es la retícula que marcará la geometría de los elementos singulares.
Elementos singulares: Alrededor de las preexistencias, se crean recrecidos y muros de obra que ayudan a terminar de dar forma al espacio y sirven de apoyo de la barra principal y de las auxiliares. Estos elementos se revisten de mármol blanco país, material colocado tradicionalmente en las barras de los establecimientos.

Mobiliario: Se diseñan taburetes y mesas, y se unifican con las sillas y otros elementos metálicos esmaltándolos del mismo color. Destaca la lámpara del espacio principal, de 3 metros de diámetro, que aparece suspendida e inclinada hacia la entrada.

Para más información visiten: AMOO








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