viernes, 17 de junio de 2016

Consejos para proteger tu vivienda frente a un incendio


Según los datos recogidos por la Asociación TECNIFUEGO-AESPI, durante el año 2015 los incendios en hogares causaron 112 víctimas mortales. Una vez más, se repiten unas dramáticas y alarmantes cifras que afectan sobre todo a los mayores de 65 años, los más vulnerables frente a un fuego.

Las causas más habituales de incendio en las viviendas son: estufas, braseros y otros sistemas de calor (21% de los siniestros); chimeneas, velas o cigarrillos (10%) y fallos eléctricos (9%).
La seguridad en la vivienda comienza en la formación y prevención, por lo que conviene tener en cuenta los siguientes consejos preventivos:

Uno de los focos de fuego más comunes en los domicilios, son las sartenes en la cocina. Hay que prestar mucha atención a la hora de cocinar y en caso de que el aceite salga ardiendo se deberá usar una tapa extinguir el fuego por falta de oxígeno. En ningún caso se deberá echar agua, pues extenderá las llamas. La higiene en la cocina es fundamental, una campana extractora sucia, o unos fogones cubiertos de grasa suponen un gran peligro de incendio.

Guardar materiales combustibles y líquidos inflamables alejados de las fuentes de calor (cocina, estufa, calentador…) y asegurarse de que los recipientes están bien cerrados.

Mantener las instalaciones en buen estado de conservación. Las instalaciones eléctricas y de gas, deben mantenerse en buen estado de conservación y cumplir las revisiones que exige la legislación.
Evitar las velas o al menos asegurarse de apagarlas cuando no estén a la vista.

Mantener cerillas, mecheros y líquidos inflamables lejos del alcance de los pequeños de la casa y evitar que se queden solos en la vivienda.

En el caso de las chimeneas, no utilizar alcohol u otros líquidos inflamables para encenderla. Instalar pantallas de protección. Asegurarse de que no hay objetos cercanos que puedan quemarse como alfombras, sofás o cortinas. Controlar las llamas y asegurarse de que quede apagada en caso de que haya que salir de la vivienda.

Sumo cuidado con la plancha. Mantener la plancha encendida cuando atendemos una visita o cogemos una llamada de teléfono puede resultar peligroso. En todos estos casos se debe desenchufar.

No fumar nunca en la cama y asegurarse de que las colillas estén completamente apagadas antes de tirarlas a la basura.

No utilizar aparatos eléctricos (calefactor, cargadores, lámpara…) en mal estado ni productos sin marcado CE que garantizan los requisitos esenciales de seguridad. Lo barato puede resultar muy caro…

Nunca conectar varios aparatos eléctricos en un mismo enchufe múltiple o al menos asegurarse de no sobrepasar nunca la potencia máxima. Las múltiples conexiones en un mismo enchufe pueden provocar sobrecargas en la instalación eléctrica que siempre debe mantenerse en buen estado. La instalación de disyuntores de corriente cortará la corriente en caso de cortocircuito.

No cubrir nunca las fuentes de calor como calefactores, braseros, estufas… con ropa o toallas y mantenerlas a una distancia mínima de un metro de objetos combustibles como sofás o cortinas.

Instalar detectores de humo y gas en la vivienda. Los incendios que se cobran un mayor número de víctimas mortales suceden durante la noche. El 70% de las víctimas son sorprendidas mientras duermen, la instalación de detectores de humo y gas son la mejor medida preventiva para evitar estas muertes.

Disponer en casa de herramientas domésticas de extinción de incendios como pequeños extintores o mantas ignífugas. Gracias a estas herramientas se podrá evitar que el fuego se propague en caso de incidente.

Contratar un seguro multirriesgo de Hogar. En caso de siniestro, el seguro multirriesgo para la vivienda cubrirá los daños ocasionados por la acción directa del fuego.

Vía: Fotocasa

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