
La Costa Brava, en Girona, encierra enclaves espectaculares, que se convierten en auténticos miradores sobre un Meditrerráneo que en esta comarca se revela en estado puro. La arquitecta Anna Podio ha construido una casa en V en uno de estos miradores, una solución que permite disfrutar de la salida del sol hasta el ocaso. Además de unas vistas espectaculares.

La parcela original, con una fuerte pendiente descendiente hacia el mar, representaba un reto constructivo a la hora de asentar el edificio e integrarlo en el paisaje. Evitar los movimientos de tierra y el impacto ambiental fue lo más difícil, y a la vez, lo más gratificante del proyecto.

En el interior de la casa , distribuida en 2 plantas abiertas, los revestimientos se han trabajado con piedras naturales y porcelánicos de gran calidad. La domótica y los sistemas de captación de energía solar, dotan la casa de un gran confort y suponen un importante ahorro energético.

La piscina desbordante, de muy pequeñas dimensiones, pretendía introducir el mar en el edificio, dotarlo de un pedacito de Mediterráneo a medio camino entre el salón y la cocina.

El jardín se diseñó a base de planta tapizante, aromática y arbustiva, así como de arbolado autóctono. Ésta es la solución aportada por Anna Podio para facilitar, en un futuro próximo, la convivencia de la vivienda con su entorno.
Para más información visiten: Anna Podio Arquitectura
Vía: diarioDESIGN
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