La reforma de esta casa londinense, ubicada en Notting Hill, es un excelente ejemplo del respeto y de la perfecta convivencia de estilos y épocas. El estudio de interiorismo de Charles Mellersh supo interpretar el espíritu de las tradicionales viviendas de este conocido barrio, manteniendo su estructura, pero modernizando algunos elementos estructurales y dotando a la decoración de un aire vintage muy refinado, que nos lleva a definirla como una casa de estilo retro-moderno.
Con muy pocas piezas de mobiliario, pero escogidas con especial cuidado, Mellersh ha logrado crear una decoración sofisticada y de diseño, sin renunciar a la calidez y la armonía de un hogar. Objetos y muebles de mitad del siglo XX conviven con obras modernas, cerámicas mediterráneas y muebles de madera rústicos.
El comedor
La planta baja de la vivienda está compartida por el salón, el comedor y la cocina en un solo espacio continuo, unificado por el panelado de las paredes, en blanco roto, dividido por listones de madera, que le da un movimiento y textura especial a todo el espacio contenedor. Una mesa de madera con sillas de estilo nórdico, sobre la que cuelgan tres lámparas de metal dorado, acapara el centro de atención de toda la zona.
Una cocina moderna a la antigua
A continuación, se encuentra la cocina, completamente remodelada pero siguiendo patrones clásicos, evidente en los baldosines blancos de 10 x 10 cm, con llaga oscura (a la vieja usanza). Los muebles de madera laqueados, en el mismo tono blanco roto de la pared, llevan los clásicos tiradores de latón con forma de concha. Para la encimera se eligió un mármol blanco, tradicional en las cocinas antiguas.
Una decoración sobria y espartana
Podríamos incluso pensar que se trata de una decoración casi aséptica, si no fuera por los tonos cálidos de los muebles de madera, los cuadros que dan vida a las paredes y una iluminación que calienta el espacio.
El dormitorio y el baño
Siguiendo los preceptos del resto de la decoración, el dormitorio mantiene esa sobriedad ligeramente vencida por el cuadro abstracto que preside la pared del cabecero y el espectacular ramo de flor de cerezo de la mesa. Al igual que en la cocina, en el cuarto de baño el mármol es el material estrella, junto con el blanco y los listones de madera pintados en negro. Nos encanta la ducha que se encuentra junto a la bañera, y que solo se percibe por el desagüe del suelo y la grifería de la pared.
Definitivamente, un estilo muy singular: refinado, sobrio, retro, clásico y moderno, pero que nos ha enamorado. Fotos: Chris Tubbs
Para más información visiten: Charles Mellersh
Vía: decoratrix
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