El nuevo puesto de la Bacaladería Perelló en el recién inaugurado Mercat del Ninot de Barcelona, es un proyecto que pretende actualizar la estética de estos comercios tan tradicionales, sin renunciar a su esencia y encanto. En este caso, el proyecto lleva la firma del estudio Tarruela Trenchs, la nueva asociación entre la interiorista Sandra Tarruella y el arquitecto Ricard Trenchs.
En su nuevo puesto, el equipo de Taruella Trenchs ha ideado grandes expositores refrigerados de mármol blanco Macael para organizar la exposición del producto de la zona de venta. Se trata de vitrinas independientes, de distintas dimensiones, alturas y con acabados curvos, organizadas aleatoriamente sobre un gran zócalo continuo de gres porcelánico negro. Cada una de las piezas se ha personalizado marcando su superficie con un dibujo esquemático y geométrico de una penca de bacalao.
Perelló 1898 es una empresa centenaria con presencia en los mercados más emblemáticos de Barcelona. Está especializada en la venta de bacalao, aceitunas, encurtidos y conservas, y destaca por la calidad de sus productos.
En su nuevo puesto, el equipo de Taruella Trenchs ha ideado grandes expositores refrigerados de mármol blanco Macael para organizar la exposición del producto de la zona de venta. Se trata de vitrinas independientes, de distintas dimensiones, alturas y con acabados curvos, organizadas aleatoriamente sobre un gran zócalo continuo de gres porcelánico negro. Cada una de las piezas se ha personalizado marcando su superficie con un dibujo esquemático y geométrico de una penca de bacalao.
En una de las esquinas menos concurrida se ha planteado una zona de degustación con cocina y venta de bebidas. Se utilizan materiales cálidos y confortables como la madera con acabados redondeados que se asemejan formalmente a los utilizados en el resto de la parada.
Constituyendo el fondo del puesto se ha apostado por aplicar un acabado de color verde oliva en todos los revestimientos. Unos estantes de sección muy delgada esmaltados del mismo color discurren a lo largo de toda la zona de exposición.
El producto expuesto se realza creando composiciones de cromáticas combinando los distintos envases, latas y botellas. De este modo, los estantes ‘desaparecen’ visualmente para dar protagonismo al género.
Puntualmente, aparecen unos marcos redondeados de madera de pino natural para focalizar la atención en determinados productos seleccionados o como soporte de pizarras de comunicación.
Por último, el techo suspendido se resuelve mediante lamas de madera de roble, con inclinación y acabadas en curva: para ello, se ha tomado como inspiración las cubiertas marineras de los barcos. Ello ha permitido al estudio introducir un nuevo material, natural muy muy cálido, que no se podía utilizar en la zona de venta de producto fresco.
Para más información visiten: Tarruella Trenchs Studio, Perelló 1898
Vía: diarioDESIGN
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