Para un gran número de personas, el termino domótica suena futurista, a algo sólo apto para grandes presupuestos o, simplemente, resulta difícil de comprender bien del todo. Sin embargo, aunque al principio se vea con desconfianza, introducir sistemas domóticos en el hogar puede proporcionar un ahorro importante de energía eléctrica, calefacción e incluso agua.
La domótica consiste en automatizar las tareas diarias del hogar a fin de ofrecer mayor comodidad y prestaciones a los inquilinos de la vivienda. Así pues, se pueden mecanizar las persianas, para que suban y bajen según la cantidad de luz natural existente, adaptar la temperatura del entorno mediante el control de los termostatos de la calefacción o gestionar el riego de las plantas únicamente para cuando éstas lo necesiten. Un control de domótica para toda la casa ayuda a que la comodidad sea máxima.
Además, estos sistemas permiten la modificación de sus funciones a través de una consola portátil, desde el propio mando a distancia del televisor, o a distancia, a través de internet. Esto supone, además, otra ventaja adicional de la domótica: la seguridad, pues se convierte en una herramienta ideal para simular presencia en el hogar, al poder controlar la iluminación, las persianas, toldos, cortinas y el riego automático.
¿Por dónde empezar a ahorrar?
Con un correcto uso de la domótica se puede lograr una gestión más inteligente de los recursos del hogar, con lo que se consigue una disminución del uso y, por tanto, un ahorro de los mismos. Pero, además de esto, proporciona otras ventajas como pueden ser la monitorización de los consumos actuales, de forma que nos permite saber si se debe cambiar algunos hábitos para reducir gastos y ahorrar más eficientemente.
Éstas son algunas de las funciones que tiene la domótica en el recorte del presupuesto familiar en energía:
Dentro de un hogar domotizado, los electrodomésticos también han de formar parte. De este modo, el sistema puede desconectar los aparatos no prioritarios cuando se esté a punto de rebasar la potencia contratada o activar sólo estos dispositivos en horarios en los que el precio de la energía es menor.
También puede suponer un importante ahorro al ayudar en la detección y actuación contra fugas de gas o agua, pudiendo intervenir en consecuencia y activar un corte del servicio mediante electroválvulas para reducir pérdidas.
Si la vivienda apuesta por las energías renovables y genera electricidad mediante paneles fotovoltaicos, el sistema domótico puede saber cuánta energía se está proporcionando a la red, creando los informes correspondientes de manera diaria, semanal y mensual.
Ventajas y aplicaciones
La Asociación Española de Domótica recomienda pedir siempre varios presupuestos bien detallados, que se adapten a las necesidades reales de cada vivienda, para lograr una mejor integración de estos sistemas en el hogar. Para ello, disponen de una tabla que cataloga el nivel de automatización de ésta y proporciona una idea de los puntos de mejora en cuanto a domótica y seguridad del hogar.
Realmente, la automatización se ha ido incorporando en todos los hogares sin darnos cuenta. La domótica sólo busca centralizar estos sistemas, automatizar tareas adicionales y gestionar de una manera más inteligente los recursos, para lograr una mejor calidad de vida de la manera más eficiente posible.
Hasta ahora, la sociedad ha sido muy reticente a la hora de proporcionar “inteligencia” a su hogar, pero, si ha aceptado los smartphones y las smartTV, el siguiente paso lógico hacia el que debemos avanzar es hacia las SmartHome u hogares domotizados. Es sólo cuestión de tiempo.
Vía: fotocasa
No hay comentarios:
Publicar un comentario