Se considera color primario al color que no se puede obtener mediante la mezcla de ningún otro. Este es un modelo idealizado, basado en la respuesta biológica de las células receptoras del ojo humano (conos) ante la presencia de ciertas frecuencias de luz y sus interferencias, y es dependiente de la percepción subjetiva del cerebro humano. La mezcla de dos colores primarios da origen a un color secundario.
Base biológica
Los colores primarios no son una propiedad fundamental de la luz, sino un concepto biológico, basado en la respuesta fisiológica del ojo humano. Fundamentalmente, la luz blanca es un espectro continuo de longitudes de onda, lo que significa que en realidad puede existir un número indefinido de colores, solamente limitado por la sensibilidad del ojo. Sin embargo, un ojo humano normal sólo contiene tres tipos de receptores, llamados conos L, M y S. Estos responden a longitudes de onda específicas de luz roja, verde y azul. Las personas y los miembros de otras especies que tienen estos tres tipos de receptores se llaman tricrómatas. Aunque la sensibilidad máxima de los conos no se produce exactamente en las frecuencias RVA, se eligen estos colores como primarios puesto que con ellos es posible estimular los tres receptores de color de manera casi independiente, proporcionando una gama especialmente amplia.
Para generar rangos de color óptimos para otras especies distintas a los seres humanos se tendrían que usar colores primarios aditivos diferentes. Por ejemplo, para las especies conocidas como tetracrómatas, con cuatro receptores de color distintos, se utilizarían cuatro colores primarios (como los humanos solo pueden ver hasta 400 nanómetros (violeta), pero los tetracrómatas pueden ver parte del ultravioleta, hasta los 300 nanómetros aproximadamente; este cuarto color primario estaría situado en este rango y probablemente sería visto como un magenta espectral puro, en lugar del magenta que vemos, correspondiente a una interferencia entre las longitudes de onda del rojo y el azul). Muchas aves, insectos y marsupiales son tetracrómatas, y según algunos estudios se ha sugerido que algunas mujeres también heredan esta capacidad de visión, puesto que poseen receptores adicionales para el amarillo. Por otro lado, la mayoría de los mamíferos poseen solo dos tipos de conos receptores de color, y por lo tanto son dicrómatas; para ellos, solo hay dos colores primarios, de la misma manera que sucede con las personas que tienen el defecto genético que ocasiona el daltonismo en sus distintos grados, en el cual los conos L y M se desarrollan de manera incorrecta e impiden la percepción de matices de rojo y verde.
Colores primarios en la luz (RGB)
La tríada rojo - verde - azul, conocida también como RGB (Red, Green, Blue) o RVA (en español) se considera idealmente como el conjunto de colores primarios de la luz, ya que con ella, se pueden representar una gama muy amplia de colores visibles; la mezcla de los tres en iguales intensidades (adición) resulta en grises claros, que tienden idealmente al blanco.
En la síntesis aditiva, la mezcla de los colores primarios ideales da los siguientes resultados:
Verde + azul = Cian
Rojo + azul = Magenta
Rojo + verde = Amarillo
Rojo + azul + verde = Blanco
Colores primarios en el pigmento (CMY)
En la síntesis sustractiva, los tres colores primarios son la tríada cian - magenta - amarillo, conocidas igualmente por sus siglas CMY (del inglés Cyan, Magenta, Yellow); su mezcla en partes iguales (sustracción) da origen a tonalidades grises oscuras, las cuales tienden -en el modelo ideal- al negro. La mezcla de los colores primarios da los siguientes resultados ideales en la síntesis sustractiva.
Magenta + amarillo = Rojo
Cian + amarillo = Verde
Cian + magenta = Azul
Cian + magenta + amarillo = Negro
Reciprocidad entre CMY y RGB
Según los dos modelos ideales, ambos esquemas de color tienen una clara correspondencia: los colores secundarios del modelo RGB son los colores primarios de CMYK, y viceversa. Si bien esto es cierto en el plano teórico y puede considerarse válido hasta cierto punto, en la práctica es imposible de conseguir, ya que la percepción del color es una función biológica y no una propiedad física de la luz; además, es prácticamente imposible en la realidad obtener pigmentos y luces totalmente puros, y cualquier mezcla, sin importar que sea sustractiva o aditiva, es realmente un fenómeno de interferencia percibida como una falsa tonalidad por el ojo, y no un cambio real en la frecuencia de la luz. Por esta razón, es muy poco probable obtener una correspondencia absoluta para cada color entre ambos modelos, y si esto se hace necesario se debe hacer uso de métodos que simulan la percepción visual para aproximar una respuesta entre ambos modelos, lo cual es el campo de estudio de la colorimetría.
Vía: Wikipedia
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