

Este interesante producto es presentado en un kit con todos los elementos necesarios para llevar a cabo esta acción, y que está formado por un esmalte especial, un catalizador, un limpiador y un fijador con el que preparar aquella superficie que queremos convertir en nuestra pizarra.
Actualmente el producto está disponible en dos formatos: blanco y transparente, lo que permite ser utilizado sobre superficies de color garantizando que se mantenga inalterable el color de nuestra pared.
La forma de utilizarlo es muy fácil y consta de quince sencillos pasos. Así puede parecer un proceso muy complicado pero una vez que tenemos en nuestras manos el libro donde se explican estos pasos, uno se da cuenta de que cualquiera lo puede realizar. De forma resumida, el proceso consiste en limpiar la superficie a tratar, aplicar el fijador y después aplicar la mezcla adecuada de esmalte y catalizador. Una vez completado todo el proceso, hay que esperar 10 días hasta que se pueda pintar en la superficie.
Este producto está pensado para habitaciones infantiles, pero además de ahí se puede utilizar en paredes de despachos, aulas de formación o cualquier otra superficie que se nos pueda ocurrir.
Para más información visiten: Pinturas Blatem
Vía: decoración 2.0
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