miércoles, 12 de septiembre de 2018

Cornisas y guardapolvos de Poliuretano y Poliestireno Extruído: ¿por qué y cómo elegirlos?

Elementos tradicionales del ornamento arquitectónico, las molduras, cornisas y guardapolvos están presentes en la gran mayoría de nuestros proyectos, independiente de sus tipologías. Creadas para proteger los encuentros entre los muros y los pisos y cielos, estas piezas son fundamentales en la imagen y el estilo de los recintos, ayudando por ejemplo a ocultar cables, instalaciones y otros elementos no deseados.
Aunque tradicionalmente se han fabricado en madera, yeso o PVC, las molduras de Poliuretano y Poliestireno Extruído presentan una serie de cualidades e innovaciones que las transforman en excelentes opciones al momento de elegir y especificar estos elementos.

Flexibilidad y alta densidad: ¿cuáles son las propiedades del Poliuretano y el Poliestireno Extruido?

El Poliestireno Extruido (XPS) produce una estructura de burbuja cerrada, lo que lo convierte en el único aislante térmico capaz de mojarse sin perder sus propiedades. Presenta, de este modo, una composición homogénea y compacta, permitiendo la fabricación de molduras, cornisas y guardapolvos livianos, manejables, y muy resistentes a impactos y al uso diario. El Poliestireno puede pintarse sin inconvenientes con pinturas sin solvente (por ejemplo, latex y esmalte al agua), presentando una alta tolerancia al agua y la humedad.
Por su parte, la composición del Poliuretano (PU) entrega la flexibilidad necesaria para que las molduras, cornisas y guardapolvos se adapten totalmente a las distintas superficies, incluidos aquellos muros que presentan ciertas curvaturas.

¿Cómo elegir cornisas y guardapolvos?

Cada modelo entrega diferentes soluciones y características que pueden ser efectivas según el espacio y el tipo de proyecto que estemos desarrollando. ¿Qué parámetros pueden ser determinantes al especificarlas?

Según los efectos generados por su forma

Dependiendo de su sección y de cómo sean instalados, estos elementos pueden dejar un espacio disponible para ocultar las terminaciones de pintura o los retornos de papeles murales, resolviendo efectivamente la unión entre el muro y el cielo. Por ejemplo, una cornisa con sección en forma de T puede instalarse de 4 maneras diferentes, entregando distintos efectos visuales sobre el muro y el cielo, proyectando una sombra detrás de ella.

Según su estilo y su nivel de protagonismo en el espacio

Desde estilos clásicos y detallados a formas sobrias y minimalistas, las molduras, cornisas y guardapolvos pueden ser determinantes en la imagen general del espacio diseñado. Por un lado, existen modelos lisos y sutiles que pueden integrarse totalmente al muro, pasando desapercibidos, pero también existen modelos con estilos marcados, que destacan y le entregan carácter a los recintos.

Según su flexibilidad: muros curvos

En recintos con muros curvos, podremos resolver rápida y fácilmente los encuentros entre las distintas superficies a través de cornisas y guardapolvos de Poliuretano Flexible, adaptándolos a la forma predeterminada del espacio. Esta es una solución muy efectiva, que se hace imposible al utilizar piezas de madera, yeso, u otros materiales menos maleables. 

Según su uso: camuflaje e iluminación

Además de ocultar elementos no deseados, las molduras, cornisas y guardapolvos pueden incorporar fuentes ocultas de iluminación, entregando una luz cálida y homogénea en los espacios interiores. De este modo, la luz se refleja en el mismo elemento y se evitan las molestias que la luz directa podría causar en los usuarios del espacio.












No hay comentarios:

Publicar un comentario