A la hora de decorar el color blanco es un básico. Casi siempre lo utilizamos como base para poder destacar otros tonos, y también se ha vuelto muy popular gracias al estilo nórdico. Pero entre los blancos también hay diferentes tonalidades, y una de ellas es el blanco roto. Un blanco que nos permite tener ambientes luminosos en un color más relajante que el blanco puro.
El blanco roto es un tono que añade al blanco más puro y luminoso un toque de color, ya sea grisáceo o beige. Es un blanco que no es níveo, pero que sin embargo nos ayuda a crear ambientes relajantes y sobrios, en contraste con otros tonos. Vamos a ver cómo utilizar el blanco roto en la decoración.
Qué es el blanco roto
La tonalidad blanco roto es un color que no es blanco puro, sino que cuenta con otros pigmentos que manchan ese blanco para darle un tono menos luminoso. El blanco roto podemos hallarlo con tonalidades más cálidas o más frías, que combinen con los grises o con los beige. Este tipo de blanco es ideal para ambientes amplios, en los que el blanco puro resultase excesivo. Sobre todo suele utilizarse en las paredes, para que la tonalidad de blanco no resulte molesta en caso de que el sol incida directamente sobre ellas.
Conseguir un blanco roto
Si hablamos de pinturas, podemos hallar varias tonalidades de blanco en las tiendas, que ya vienen hechas. Si queremos un grado específico de tonalidad, siempre se le pueden añadir pigmentos negros o marrones a un bote de blanco puro, para lograr un color roto, más beige o más grisáceo. En el caso de los textiles, a veces nos resulta difícil distinguirlo, y por eso es mejor verlo junto con una pieza de blanco puro, para notar cuáles son los pigmentos predominantes en el blanco roto, ya sean cálidos o fríos, ya que esto puede condicionar la decoración en el hogar.
Por qué elegir el color blanco roto
Una de las principales razones por las cuales la gente escoge el blanco roto para el hogar es porque no resulta tan luminoso. Sabemos que un exceso de luz puede llegar a molestar, y el blanco puro, cuando tiene mucha luz se vuelve incluso molesto. De esta forma, para crear ambientes que sean más relajantes, siempre es mejor optar por un blanco roto en el que no se refleje tanto la luz.
Otra de las ventajas de color blanco roto es que tiene algunos pigmentos con los que podemos combinar el resto de la decoración. Podemos decantarnos por los blancos más cálidos o por los fríos, para así crear una decoración de este tipo, con colores fríos o cálidos.
Para terminar con las ventajas de este color, se nos ocurre que además podemos incluir en un ambiente en tonos blancos varias tonalidades de blanco para jugar un poco con esos tonos rotos. Esto hace que una decoración con predominancia en colores blancos como puede ser la de tipo nórdico no resulte tan aburrida. Eso sí, debemos saber combinarlos. En las paredes siempre se suelen utilizar los tonos más rotos, porque dan sobriedad y tranquilidad a los ambientes, y para los muebles o para los textiles podemos añadir un blanco más puro.
Estilo nórdico y blanco roto
Si hay un estilo que utilizar los blancos sin miedo alguno, ese es el estilo nórdico o escandinavo. Un estilo que se ha puesto de moda y en el que podemos encontrar ambientes realmente interesantes. El truco de los ambientes nórdicos es la sencillez, y por ello no suelen añadir muchos estampados o coloridos, siempre con el toque justo. El blanco es el protagonista y aunque usan mucho los tonos blanco puro para dar luminosidad a todo, tampoco se quedan atrás los blancos rotos a la hora de dar vida a los ambientes nórdicos.
Si queremos crear un espacio de estilo escandinavo, es ideal usar los blancos rotos de tonalidades frías, porque estos son los tonos que se suelen ver en los espacios de este tipo. Los grises son muy habituales, por lo que son perfectos para mezclar con un blanco roto de tonalidades grisáceas, dando paso a los tonos grises en los textiles o las paredes. Incluso utilizan tonos negros, con lo que estos blancos rotos nos ayudarán a crear una transición más suave hacia el blanco puro.
Blanco roto y color para su casa
Hay espacios en los que se quiere añadir color para aportar vivacidad a esa sobriedad del blanco roto. Debemos tener en cuenta qué tipo de blanco tenemos, si es más cálido o más frío, para combinarlo con los otros colores del ambiente. Con este blanco roto podemos añadir cualquier tono, ya que se trata de un color básico perfecto para convertirse en un imprescindible a la hora de decorar el hogar.
Conseguir un blanco roto
Si hablamos de pinturas, podemos hallar varias tonalidades de blanco en las tiendas, que ya vienen hechas. Si queremos un grado específico de tonalidad, siempre se le pueden añadir pigmentos negros o marrones a un bote de blanco puro, para lograr un color roto, más beige o más grisáceo. En el caso de los textiles, a veces nos resulta difícil distinguirlo, y por eso es mejor verlo junto con una pieza de blanco puro, para notar cuáles son los pigmentos predominantes en el blanco roto, ya sean cálidos o fríos, ya que esto puede condicionar la decoración en el hogar.
Por qué elegir el color blanco roto
Una de las principales razones por las cuales la gente escoge el blanco roto para el hogar es porque no resulta tan luminoso. Sabemos que un exceso de luz puede llegar a molestar, y el blanco puro, cuando tiene mucha luz se vuelve incluso molesto. De esta forma, para crear ambientes que sean más relajantes, siempre es mejor optar por un blanco roto en el que no se refleje tanto la luz.
Otra de las ventajas de color blanco roto es que tiene algunos pigmentos con los que podemos combinar el resto de la decoración. Podemos decantarnos por los blancos más cálidos o por los fríos, para así crear una decoración de este tipo, con colores fríos o cálidos.
Para terminar con las ventajas de este color, se nos ocurre que además podemos incluir en un ambiente en tonos blancos varias tonalidades de blanco para jugar un poco con esos tonos rotos. Esto hace que una decoración con predominancia en colores blancos como puede ser la de tipo nórdico no resulte tan aburrida. Eso sí, debemos saber combinarlos. En las paredes siempre se suelen utilizar los tonos más rotos, porque dan sobriedad y tranquilidad a los ambientes, y para los muebles o para los textiles podemos añadir un blanco más puro.
Estilo nórdico y blanco roto
Si hay un estilo que utilizar los blancos sin miedo alguno, ese es el estilo nórdico o escandinavo. Un estilo que se ha puesto de moda y en el que podemos encontrar ambientes realmente interesantes. El truco de los ambientes nórdicos es la sencillez, y por ello no suelen añadir muchos estampados o coloridos, siempre con el toque justo. El blanco es el protagonista y aunque usan mucho los tonos blanco puro para dar luminosidad a todo, tampoco se quedan atrás los blancos rotos a la hora de dar vida a los ambientes nórdicos.
Si queremos crear un espacio de estilo escandinavo, es ideal usar los blancos rotos de tonalidades frías, porque estos son los tonos que se suelen ver en los espacios de este tipo. Los grises son muy habituales, por lo que son perfectos para mezclar con un blanco roto de tonalidades grisáceas, dando paso a los tonos grises en los textiles o las paredes. Incluso utilizan tonos negros, con lo que estos blancos rotos nos ayudarán a crear una transición más suave hacia el blanco puro.
Blanco roto y color para su casa
Hay espacios en los que se quiere añadir color para aportar vivacidad a esa sobriedad del blanco roto. Debemos tener en cuenta qué tipo de blanco tenemos, si es más cálido o más frío, para combinarlo con los otros colores del ambiente. Con este blanco roto podemos añadir cualquier tono, ya que se trata de un color básico perfecto para convertirse en un imprescindible a la hora de decorar el hogar.
Vía: decoora
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