Les presentamos una vivienda de la que aprender una serie de trucos y recursos para la optimización del espacio y el aprovechamiento de cada una de las decisiones de proyecto. Veremos cómo hacer de una pequeña entreplanta, una casa fresca, luminosa, abierta, y en el centro de la ciudad. Todo un lujo para estos 44 m², enriquecidos de la mano del estudio de interiorismo de Marcos Catalán y Victor Bergnes.
Nueva vida, nuevas posibilidades
El proyecto nace con deseo de una madre de independizarse de sus hijos y buscar una nueva vivienda cómoda, manejable y adaptada a sus nuevas necesidades. El espacio a intervenir es un pequeño local en entreplanta, con toda una fachada abierta al patio de manzana, y un agradable espacio exterior. Las virtudes del proyecto eran evidentes, y se decide diseñar una vivienda que dialogue con el exterior de manera natural, y logre ampliar los espacios interiores hacia fuera. De esta forma, el interior crece perceptivamente, y la luz alcanza profundidad.
Diseñar con tres gestos
El interior se articula gracias a tres “muebles” que distribuyen todo el espacio. Organizados en forma de “H”, la cocina, el armario central y la fachada de vidrio se proyectan como “objetos” longitudinales de unos 60 cm de profundidad, que permiten incorporar diferentes usos. Así, dotando de estructura al espacio interior, albergan también espacio de almacenamiento, y, en el caso de la pieza de fachada, permiten introducir un baño, lavadero, y franja de transición al patio.
Aunar estancias en espacios fluidos
La vivienda queda dividida entonces en dos bandas que se alargan desde la pared posterior de acceso, hasta la fachada al interior de la manzana. El espacio principal se acerca al exterior configurando por el camino diferentes áreas, como la cocina, incorporada en uno de los muebles, con un frente de espejo que amplía el espacio y refleja la luz de la fachada opuesta. Un recurso fácil, original, y muy efectivo. Los perfiles de madera que enmarcan cada una de las piezas, se tiñen de oscuro y parecen dibujar el patrón de medición y estructura de todo el interior. El pavimento de microcemento cubre la totalidad del espacio, evitando cambios en el plano del suelo, gracias a sus propiedades de resistencia e impermeabilidad, que lo hacen óptimo para todo tipo de estancias.
La línea difusa entre fuera y dentro
La línea difusa entre fuera y dentro
Sin particiones ni barreras, el salón se convierte en un espacio amplio y fluído, donde el blanco de la envolvente y la neutralidad del pavimento transportan la claridad del patio por toda la estancia. Eliminando los recubrimientos de las paredes y techo, y descubriendo el ladrillo y las viguetas de madera, se consigue dotar a la vivienda de un lenguaje sincero y natural, y se reducen considerablemente los costes del proyecto. Los amplios ventanales de carpinterías pivotantes permiten la total apertura del espacio y extienden el salón hacia el patio de manzana.
La extensión del espacio
Una vez en el exterior, percibimos una estrecha similitud con el interior de la vivienda en términos de materiales y paletas cromáticas. La tarima de madera para exteriores cubre la totalidad del patio y ofrece una suave transición de dentro a fuera. Desde este punto, percibimos el leve retranqueo de la fachada de vidrio, haciendo evidente el aprovechamiento de la franja de fachada a ambos lados del salón para los espacios húmedos. Un original toldo de persianas de paja nos protege de la radiación directa en los meses más cálidos y ofrece un plano superior de tonos amables que envuelve el espacio ofreciendo cierto grado de intimidad.
Estancias de luz
Una puerta corredera que se introduce en el armario separa el dormitorio y baño del espacio principal. Con una fachada de vidrios translúcidos, amplias superficies de espejo, y el blanco como color dominante, el baño se convierte en un discreto filtro de luz, que de manera directa, acerca el dormitorio al patio. El espacio, que presume de holgura y claridad en tonos blancos y trazos tostados, cuenta con un pequeño recrecido en la pared, que se extiende para formar el cabecero de la cama, y esconder parte de la instalación eléctrica.
Un lugar para recibir
La vivienda acaba siendo un pequeño refugio, con virtudes y licencias de un espacio de mayor magnitud, un diseño de acabados cercano, cuidada elección de mobiliario y resultado impecable. ¡Ah! Y una terraza de escándalo para seguir organizando comidas en familia.
Un lugar para recibir
La vivienda acaba siendo un pequeño refugio, con virtudes y licencias de un espacio de mayor magnitud, un diseño de acabados cercano, cuidada elección de mobiliario y resultado impecable. ¡Ah! Y una terraza de escándalo para seguir organizando comidas en familia.
Para más información visiten: Marcos Catalán Interiorismo
Vía: habitissimo
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