Este elegante y espacioso dúplex, ubicado en Barcelona, es fruto de un proyecto de reforma llevado a cabo por Urgell Arquitectes. El trabajo, que partió de un espacio muy deteriorado, estuvo marcado por una serie de circunstancias que incidieron directamente en el resultado final. El cliente de nacionalidad danesa pidió un alto de nivel de calidad, un único dormitorio en una vivienda de 150 m2, la instalación de un jacuzzi de gran tamaño en la cubierta y un jardín con árboles, y acceso principal a la vivienda directamente desde el ascensor.
La planta baja de la vivienda acoge el dormitorio principal, dos baños, la sala de estar, el comedor, la cocina y una terraza. Los espacios públicos pivotan encadenados y sin elementos divisorios entorno a un patio de luz. Con la reubicación de la escalera interior, el vestíbulo de acceso desde el ascensor ganó amplitud ya que originalmente sólo contaba con 80 cm de anchura.
El derribo del forjado que conecta el estar de la planta superior con su baño (situado directamente sobre el vestíbulo de acceso) y su sustitución por una pasarela de vidrio, permite que la percepción de espacio sea aún mayor, al convertir este vestíbulo en un espacio a doble altura.
El apeo de la fachada del salón del piso inferior permite una relación muy directa con su terraza, la cual se ve magnificada con la construcción de una plataforma de grandes dimensiones previa a la salida exterior.
La cocina integrada en la sala de estar, pero marcando su propio espacio, puede leerse como un elemento más del mobiliario a través del color de los materiales elegidos (aluminio lacado en un tono oscuro y encimera de basalto de Zimbawe).
El nivel superior se ha proyectado como un espacio de relax con un segundo estar y la amplia terraza. La relación de esta sala con el jardín, con grandes aberturas que permiten que el espacio esté a caballo de un espacio interior y de un porche, permite una fácil transición a los espacios exteriores, los cuales quedan divididos en dos: uno privado, donde se ubica el jacuzzi junto al patio interior de manzana, y uno más público, con fachada a la calle Saragossa.
Para poder disfrutar de árboles y vegetación en la terraza, se creó un talud de grandes dimensiones
con pendiente ascendiente, disminuyendo el impacto de la medianera de la edificación vecina. El pavimento exterior de ipé y la iluminación de estos espacios exteriores permiten un diálogo y una continuidad espacial con los espacios interiores, dando al conjunto una imagen de unidad.
Carpinterías exteriores de iroko, pavimento interior de roble y exterior de ipé, empanelados de nogal, así como una iluminación muy cuidada (con mezcla de luces rasantes continuas de LED y iluminación puntual) permite dotar el espacio de un gran confort.
Para más información visiten: Urgell Arquitectes
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