El caffè Ridola, obra de los arquitectos italianos Manca Studio, es un lugar de reencuentro con la cultura local. Hay una línea de pensamiento, la de vivir con lentitud, que aúna todos los elementos que ofrece el local.
Matera, la población donde se ubica el restaurante, es un lugar rico y complejo, que ha hecho de su cultura y tradiciones lucanas su propio trampolín. Y así, ‘tradición’ es la palabra clave para entender este interiorismo.
Caffè Ridola es un local acogedor cuya percepción espacial se ha aumentado con ayuda de un espejo en una de las paredes que delimitan el ambiente y que contribuye a crear una atmósfera viva, dinámica y contemporánea del local.
Líneas rectas que conviven con formas florales, grafías y volúmenes que rememoran trabajos artesanales del pasado, llevados al diseño industrial para deleite de nuestros ojos, gracias al trabajo del fotógrafo Pierangelo Laterza.
El trabajo de investigación previo ha sido importante. Empezando por una labor de búsqueda entre las artes y artesanías antiguas de la región Lucana, que a su vez encajaban con las necesidades y visiones del cliente, interesado en mostrar toda esa memoria histórica de forma expansiva.
Muy llamativo es el tratamiento de las superficies de las paredes. Una reinterpretación del pasado con grandes rosetones gravados sobre planchas de hierro que resaltan y ganan en profundidad gracias a una doble piel de madera. Unas superficies que sirven también para contener y exponer productos hechos a mano, a la venta para los clientes.
La atmósfera gana en calidez gracias al uso de la madera de roble en suelos y mesas, y se embellece con una sucesión, aparentemente aleatoria , de grandes lámparas de líneas rectas que parecen dibujarse en el aire.
Para más información visiten: Manca Studio, Pierangelo Laterza
Vía: diarioDESIGN
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