Un cliente especial con un encargo especial: David, un sommelier de Barcelona, quiere abrir un bar en el que solo se servirán vinos naturales y biodinámicos, en la ciudad polaca de Szczecin. Las condiciones del presupuesto son muy claras: todo tiene que ser lo más económico posible.
El local cuenta con un techo de gran valor, con molduras originales que solo precisaban de una capa de pintura. Se ha eliminado el yeso de las paredes de ladrillo dejando al descubierto su textura así como los huecos y regatas realizados por los anteriores propietarios, manteniendo el hueco en el lugar donde antiguamente existían dos puertas rematadas por un arco. Se ha dado un nuevo carácter a las viejas lámparas, recuperándolas y pintándolas de color blanco.
Las estanterías se han construido a partir de “palés” reciclados. La madera sobrante se ha reutilizado con el objeto de revestir la pared y la puerta del baño. Para la barra se ha utilizado una fina capa de piedra de pizarra, colocada de manera que recuerda los “terroirs” donde crecen los viñedos, soportada por una malla de acero corrugado. Las mesas son de madera pintada de color blanco y su estructura es de tubo y chapa de acero sin tratar. Los azulejos cerámicos del pavimento recuerdan un elemento clásico de la ciudad de origen del cliente, los suelos del ensanche barcelonés. El color blanco uniformiza los diferentes materiales convirtiendo el espacio en un juego de texturas.
La iluminación indirecta resalta las diferentes texturas y crea el ambiente adecuado para tomar relajadamente una copa del vino ofrecido en el local. Todas las luminarias utilizadas son del tipo LED con el objeto de garantizar un bajo consumo energético. Se cuelga del techo iluminación adicional para las catas de vinos, usando proyectores LED fijados a un perfil de acero que habitualmente se usa en tabiques de cartón-yeso, pintado de blanco. Toda la iluminación tiene la misma temperatura de color.
Las estanterías se han construido a partir de “palés” reciclados. La madera sobrante se ha reutilizado con el objeto de revestir la pared y la puerta del baño. Para la barra se ha utilizado una fina capa de piedra de pizarra, colocada de manera que recuerda los “terroirs” donde crecen los viñedos, soportada por una malla de acero corrugado. Las mesas son de madera pintada de color blanco y su estructura es de tubo y chapa de acero sin tratar. Los azulejos cerámicos del pavimento recuerdan un elemento clásico de la ciudad de origen del cliente, los suelos del ensanche barcelonés. El color blanco uniformiza los diferentes materiales convirtiendo el espacio en un juego de texturas.La iluminación indirecta resalta las diferentes texturas y crea el ambiente adecuado para tomar relajadamente una copa del vino ofrecido en el local. Todas las luminarias utilizadas son del tipo LED con el objeto de garantizar un bajo consumo energético. Se cuelga del techo iluminación adicional para las catas de vinos, usando proyectores LED fijados a un perfil de acero que habitualmente se usa en tabiques de cartón-yeso, pintado de blanco. Toda la iluminación tiene la misma temperatura de color.
Vía: On Diseño
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