(Los Ángeles, 1905 – Nueva York, 1988) Hijo del poeta japonés Yone Noguchi y de la escritora americana Leoni Gilmour, Isamu Noguchi creció en Japón hasta los trece años, cuando se trasladó a Indiana (Estado Unidos). Comenzó estudiando medicina en la Universidad de Columbia al mismo tiempo que asistía a cursos de escultura. No tardaría en dejar la universidad para convertirse en escultor.
Tras ver una exposición de Constantin Brancusi en Nueva York (1926), Isamu Noguchi se trasladó a París y empezó a trabajar en el taller de Brancusi, donde se acercó a las piezas modernistas, de aire abstracto con un halo de misterio. Permaneció en el taller desde 1927 hasta 1929.
En Estados Unidos comenzó a ser reconocido a raíz de la obra que creó en el Rockefeler Center (Nueva York, 1938), una escultura que simboliza la libertad de prensa encargada por el edificio Associated Press. Éste fue el comienzo de muchas obras públicas a lo largo de todo el mundo.
En el año 1942 fundó su propio estudio y comenzó a viajar por Asia, México y Europa.
El ataque a Pearl Harbor y el inmediato rechazo de los japoneses-americanos afectó mucho al artista, hasta el punto de convertirse en un activista político. Tras la guerra, Noguchi pasó gran parte de su tiempo en Japón explorando los acontecimientos ocurridos en los años anteriores. Esta combinación de sentimientos e ideas los plasmó en sus obras de la época, especialmente en las esculturas de la exposición “Fourteen Americans” del Museo de Arte Moderno de Nueva York (1946).
A lo largo de su vida colaboró con otros artistas: creó para varios coreógrafos las escenografías de sus espectáculos, trabajó junto al cantero Masatoshi Izumi en la isla de Shikoku (Japón) y junto a Louis Kahn en el diseño de un parque infantil.
A partir de la década de los 50, empezó a diseñar sus obras destinándolas al aire libre, colocando sus esculturas abstractas en diferentes puntos de un jardín que seguía el patrón de los jardines japoneses.
En lo relacionado con el interiorismo, Isamu Noguchi diseñó varios muebles, como la famosa Coffe Table (1944), la Cyclone Table (1954) y las lámparas Akari, que siguen gozando de mucho éxito en la actualidad.
Tras ver una exposición de Constantin Brancusi en Nueva York (1926), Isamu Noguchi se trasladó a París y empezó a trabajar en el taller de Brancusi, donde se acercó a las piezas modernistas, de aire abstracto con un halo de misterio. Permaneció en el taller desde 1927 hasta 1929.
En Estados Unidos comenzó a ser reconocido a raíz de la obra que creó en el Rockefeler Center (Nueva York, 1938), una escultura que simboliza la libertad de prensa encargada por el edificio Associated Press. Éste fue el comienzo de muchas obras públicas a lo largo de todo el mundo.
En el año 1942 fundó su propio estudio y comenzó a viajar por Asia, México y Europa.
El ataque a Pearl Harbor y el inmediato rechazo de los japoneses-americanos afectó mucho al artista, hasta el punto de convertirse en un activista político. Tras la guerra, Noguchi pasó gran parte de su tiempo en Japón explorando los acontecimientos ocurridos en los años anteriores. Esta combinación de sentimientos e ideas los plasmó en sus obras de la época, especialmente en las esculturas de la exposición “Fourteen Americans” del Museo de Arte Moderno de Nueva York (1946).
A lo largo de su vida colaboró con otros artistas: creó para varios coreógrafos las escenografías de sus espectáculos, trabajó junto al cantero Masatoshi Izumi en la isla de Shikoku (Japón) y junto a Louis Kahn en el diseño de un parque infantil.
A partir de la década de los 50, empezó a diseñar sus obras destinándolas al aire libre, colocando sus esculturas abstractas en diferentes puntos de un jardín que seguía el patrón de los jardines japoneses.
En lo relacionado con el interiorismo, Isamu Noguchi diseñó varios muebles, como la famosa Coffe Table (1944), la Cyclone Table (1954) y las lámparas Akari, que siguen gozando de mucho éxito en la actualidad.
Vía: Decofilia
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