Si en algo notamos la llegada de la primavera urbana (además de por las flores que brotan de los árboles y plantas de las calles) es porque los escaparates cambian de color. De la noche a la mañana pasamos de los grises, marrones y negros del invierno a los fucsias, morados, amarillos, coral o verde agua primaverales.
Por eso, hoy queremos dedicar este post al escaparatismo primaveral, con múltiples ideas para decorar escaparates esta estación tan alegre.
Para decorar un escaparate en primavera, el recurso más obvio son las flores, dado que son el elemento más característico de la estación y sus múltiples tonos y formas permiten jugar con ellas de distintas maneras: en forma de vinilos, con flores de papel, a pequeña o gran escala, elaborándolas con telas, etc.
En cuanto al color, priman tanto las combinaciones de fríos con cálidos como las de una misma gama cromática ya que la primavera presenta una gran variedad. Si se decanta solo por un color, ha de resaltarlo, bien eligiendo un fondo neutro con elementos concretos que resalten el color o bien haciendo uso y abuso de ese color en todo el escaparate (recuerde sin embargo que salvo que su marca sea muy reconocida, lo importante no es resaltar los elementos decorativos sino el producto en venta: los primeros sirven de gancho para atraer la mirada del cliente y que éste entre en la tienda, pero el producto que elija para el escaparate también debe atraer en un segundo momento e ir acorde con el resto del escaparatismo).
Si prefiere crear el foco en los maniquíes, también los puede vestir de primavera, bien cubriéndolos de vegetación, mariposas u otros elementos característicos de esta estación, o bien convirtiéndolos en flores, donde el cuerpo es el tallo y la cabeza la flor… Si su escaparate es de moda, puede optar por combinar los estampados de las prendas y hacer una composición con ellas.
Por último, al decorar escaparates se puede jugar también con la escala (el tamaño). En escaparatismo las grandes escalas que están muy de moda y llaman mucho la atención: un mundo grande donde nosotros somos diminutos… Con cuatro elementos bien situados se puede conseguir un buen resultado claro, sencillo y divertido.
Y por supuesto, todo ello sin olvidarnos de una buena iluminación que resalte puntualmente los elementos que desee o que provoque un ambiente especial: Luces desde abajo, luces a los lados, luces cálidas, luces frías, elementos retroiluminados, lámparas de colores que simulan flores… ¡No sabe lo que cambia un escaparate según el tipo de iluminación que se le dé!
Vía: Decofilia
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