(Frederiksberg, 1912 – Ordrup, 1989) Finn Juhl fue arquitecto, interiorista y diseñador industrial, conocido principalmente por su faceta como diseñador de muebles. Fue el artífice que logró introducir el diseño danés en Estados Unidos.
Desde muy joven sentía inquietud por estudiar historia del arte, pero su padre no lo veía con buenos ojos y le animó a formarse como arquitecto. Finalmente estudió en la Escuela de Arquitectura de la Real Academia Danesa de Bellas (1930-1934) y coincidió con el también arquitecto Kay Fisker.
Al terminar la carrera, entró a trabajar en el estudio de arquitectura de Vilhelm Lauritzen, donde comenzó como aprendiz y más tarde fue el encargado de gran parte del interiorismo de la emisora nacional Danmarks Radio’s. Posteriormente fue premiado con el galardón para jóvenes arquitectos, CF Hansen.
En 1937 colaboró con un ebanista y produjo una pequeña cantidad de sillas (un máximo de 80 unidades), lo que supuso su debut.
Sus primeros trabajos recibieron muchas críticas, como ocurrió con la silla Pelican (1939), aunque con el paso del tiempo comenzó a ser reconocido en el extranjero más que en su propio país, donde no consiguió la misma popularidad de que algunos de sus compañeros como Hans Wegner, que eran menos extremistas en sus diseños.
En el año 1945 montó su propio estudio de diseño en Copenhague especializándose en interiorismo y diseño de muebles.
En los siguientes años participó en la exhibición Good Design de Chicago (1951) y ganó cinco medallas de oro en la Trienal de de Milán durante la década de los 50.
Se encargó también de diseñar frigoríficos para General Electric, así como cerámica, cristalería o una serie de mobiliario para Baker Furniture Company of Holland entre otros.
Algunos de los trabajos más importantes de Finn Juhl como interiorista fueron la floristería Svend Schaumann en Kongens Nytorv (1948), la tienda Bing y Grondahl’s (1946) o el interior de los aviones de Scandinavian Airlines. Y como diseñador de muebles, destacan la silla Modelo 45, el sofá FJ41 conocido como Poeta (1941) o la silla Westermann BO59 (1946) entre otros muchos.
Desde muy joven sentía inquietud por estudiar historia del arte, pero su padre no lo veía con buenos ojos y le animó a formarse como arquitecto. Finalmente estudió en la Escuela de Arquitectura de la Real Academia Danesa de Bellas (1930-1934) y coincidió con el también arquitecto Kay Fisker.
Al terminar la carrera, entró a trabajar en el estudio de arquitectura de Vilhelm Lauritzen, donde comenzó como aprendiz y más tarde fue el encargado de gran parte del interiorismo de la emisora nacional Danmarks Radio’s. Posteriormente fue premiado con el galardón para jóvenes arquitectos, CF Hansen.
En 1937 colaboró con un ebanista y produjo una pequeña cantidad de sillas (un máximo de 80 unidades), lo que supuso su debut.
Sus primeros trabajos recibieron muchas críticas, como ocurrió con la silla Pelican (1939), aunque con el paso del tiempo comenzó a ser reconocido en el extranjero más que en su propio país, donde no consiguió la misma popularidad de que algunos de sus compañeros como Hans Wegner, que eran menos extremistas en sus diseños.
En el año 1945 montó su propio estudio de diseño en Copenhague especializándose en interiorismo y diseño de muebles.
En los siguientes años participó en la exhibición Good Design de Chicago (1951) y ganó cinco medallas de oro en la Trienal de de Milán durante la década de los 50.
Se encargó también de diseñar frigoríficos para General Electric, así como cerámica, cristalería o una serie de mobiliario para Baker Furniture Company of Holland entre otros.
Algunos de los trabajos más importantes de Finn Juhl como interiorista fueron la floristería Svend Schaumann en Kongens Nytorv (1948), la tienda Bing y Grondahl’s (1946) o el interior de los aviones de Scandinavian Airlines. Y como diseñador de muebles, destacan la silla Modelo 45, el sofá FJ41 conocido como Poeta (1941) o la silla Westermann BO59 (1946) entre otros muchos.
Vía: Decofilia
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