Normalmente el sistema tradicional con el que siempre se han cubierto ventanas y ventanales han sido las cortinas, mientras los estores veían reducido su uso a las oficinas. Sin embargo, con la llegada del estilo contemporáneo, este tipo de parasol, al igual que el sistema de paneles japoneses, se extendió a la decoración de la vivienda, aportando un toque elegante y moderno a la decoración interior.
Por un lado, resulta más práctico, limpio y cómodo que una cortina, ya que éstas suelen llegar al suelo y se ensucian por la parte inferior, se enganchan, las mascotas las arañan por debajo, etc. mientras que el estor se recoge en la parte superior evitando estas molestias.
Por otro lado, a nivel estético tiene la ventaja, frente a las cortinas o los paneles japoneses, de cubrir la antiestética caja de la persiana en aquellos ventanales que la llevan. Los paneles japoneses no pueden evitarlo y en las cortinas sólo se soluciona con un bandó en la zona superior, pero su uso se asocia a un estilo clásico que no siempre casa con la decoración actual. Por eso a veces el estor se usa como complemento perfecto en combinación con cortinas o paneles (el estor se sitúa por detrás y las cortinas o paneles por delante.
Por último, es la mejor solución para pisos bajos o casas en las que queramos cubrir por intimidad la zona baja de la ventana pero dejar al descubierto la parte superior para que entre toda la luz posible. Para esto existen estores que funcionan al revés, de abajo arriba, que permiten cubrir perfectamente esta necesidad.
Tipos de estores
Para los que ven en el estor una forma fría de cubrir las ventanas, hay que decir que existen muchos tipos y diseños (desde lisos a estampados, con imágenes o geométricos, estándar o personalizados), así como diferentes materiales y opacidades, pudiendo jugar con la cantidad de luz según el uso que le estemos dando a la estancia en cada momento. Veamos todos ellos:
Estores con varillas o estores plegables
Están formados por una estructura compuesta por varillas horizontales y paños de material textil entre ellas. Cuando suben lo hacen de varilla en varilla doblándose cada paño por debajo de la inmediatamente superior. Por tanto nunca quedan subidos del todo: siempre queda vista la última estructura de varillas y paño que esconde todas las demás dobladas por detrás, dejando encima de la ventana una franja del color o material de estor. Se pueden elegir con la estructura de varillas vistas o bien cubriendo éstas con un textil opaco que las oculte.
Estores enrollables
Es la opción estética más limpia y homogénea, ya que no tiene estructura de varillas, sólo un paño completo de arriba abajo. El estor se enrolla en la parte superior tirando de un cordel (o de un mando a distancia si lo elige con motor eléctrico) y tiene como principal ventaja, aparte de enrollarse completamente y dejar si se quiere todo el ventanal libre, una instalación muy sencilla, puede anclarse bien en el techo o bien en la pared (lo que da flexibilidad a su colocación, por ejemplo incluso anclados a la carpintería de puertas o ventanas, de tal manera que cuando abra la puerta, la abre con el estor puesto.
Estores noche y día
Este tipo de estores son muy funcionales a la hora de aprovechar la luz y realizar juegos con ella. Recuerdan a los paneles japoneses y son perfectos para los dormitorios, ya que funcionan con un sistema de franjas opacas y traslúcidas que podemos “esconder” o “mostrar” de forma alternante, de modo que en ocasiones dejemos pasar la luz y las vistas por estas “franjas visibles” o bien queden escondidas detrás de las opacas para cuando no queremos que se filtre la luz.
Estores de paqueto
Este tipo es muy parecido al de varillas, con la diferencia de que se recogen mediante tiras verticales y su acabado cuando está recogido es caído, quedando en arco la parte inferior.
Por un lado, resulta más práctico, limpio y cómodo que una cortina, ya que éstas suelen llegar al suelo y se ensucian por la parte inferior, se enganchan, las mascotas las arañan por debajo, etc. mientras que el estor se recoge en la parte superior evitando estas molestias.
Por otro lado, a nivel estético tiene la ventaja, frente a las cortinas o los paneles japoneses, de cubrir la antiestética caja de la persiana en aquellos ventanales que la llevan. Los paneles japoneses no pueden evitarlo y en las cortinas sólo se soluciona con un bandó en la zona superior, pero su uso se asocia a un estilo clásico que no siempre casa con la decoración actual. Por eso a veces el estor se usa como complemento perfecto en combinación con cortinas o paneles (el estor se sitúa por detrás y las cortinas o paneles por delante.
Por último, es la mejor solución para pisos bajos o casas en las que queramos cubrir por intimidad la zona baja de la ventana pero dejar al descubierto la parte superior para que entre toda la luz posible. Para esto existen estores que funcionan al revés, de abajo arriba, que permiten cubrir perfectamente esta necesidad.
Tipos de estores
Para los que ven en el estor una forma fría de cubrir las ventanas, hay que decir que existen muchos tipos y diseños (desde lisos a estampados, con imágenes o geométricos, estándar o personalizados), así como diferentes materiales y opacidades, pudiendo jugar con la cantidad de luz según el uso que le estemos dando a la estancia en cada momento. Veamos todos ellos:
Estores con varillas o estores plegables
Están formados por una estructura compuesta por varillas horizontales y paños de material textil entre ellas. Cuando suben lo hacen de varilla en varilla doblándose cada paño por debajo de la inmediatamente superior. Por tanto nunca quedan subidos del todo: siempre queda vista la última estructura de varillas y paño que esconde todas las demás dobladas por detrás, dejando encima de la ventana una franja del color o material de estor. Se pueden elegir con la estructura de varillas vistas o bien cubriendo éstas con un textil opaco que las oculte.
Estores enrollables
Es la opción estética más limpia y homogénea, ya que no tiene estructura de varillas, sólo un paño completo de arriba abajo. El estor se enrolla en la parte superior tirando de un cordel (o de un mando a distancia si lo elige con motor eléctrico) y tiene como principal ventaja, aparte de enrollarse completamente y dejar si se quiere todo el ventanal libre, una instalación muy sencilla, puede anclarse bien en el techo o bien en la pared (lo que da flexibilidad a su colocación, por ejemplo incluso anclados a la carpintería de puertas o ventanas, de tal manera que cuando abra la puerta, la abre con el estor puesto.
Estores noche y día
Este tipo de estores son muy funcionales a la hora de aprovechar la luz y realizar juegos con ella. Recuerdan a los paneles japoneses y son perfectos para los dormitorios, ya que funcionan con un sistema de franjas opacas y traslúcidas que podemos “esconder” o “mostrar” de forma alternante, de modo que en ocasiones dejemos pasar la luz y las vistas por estas “franjas visibles” o bien queden escondidas detrás de las opacas para cuando no queremos que se filtre la luz.
Estores de paqueto
Este tipo es muy parecido al de varillas, con la diferencia de que se recogen mediante tiras verticales y su acabado cuando está recogido es caído, quedando en arco la parte inferior.
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