La Silla Pavo Real (o Peacock Chair) fue diseñada en 1947 por el diseñador danés Hans J. Wegner y fabricada por la firma Johannes Hansen.
Como ya comentamos otras veces, Wegner destaca especialmente por el diseño de sus elegantes sillas, como la Silla China o China Chair diseñada en 1944. En ambos casos se refleja su talento de artesano de la madera y ebanista, así como su tendencia a tratar el mobiliario como escultura sin perder un ápice de su funcionalidad.
La silla Pavo Real (Påfuglestolen en el idioma del diseñador) está inspirada en el tradicional sillón Windsor y debe su nombre (por razones obvias) a la forma de su exagerado respaldo curvo, similar a la cola desplegada de un pavo real. Sin embargo, curiosamente no fue Wegner el que la denominó así (en realidad inicialmente tenía un nombre mucho más prosaico, la “silla nº 550”), sino que fue el diseñador Finh Juhl quien así la denominó cuando la vio por primera vez, acuñándole el nombre con el que ha llegado a nuestros días.
La silla Pavo Real se convirtió pronto en una obra maestra del siglo XX, un icono tremendamente cómodo además de estético, en el que al igual que en la China Chair se mezclan las líneas orgánicas con el acabado decorativo y artístico.
Realizada completamente en madera de fresno maciza, dispone de un asiento en mimbre confeccionado a mano que puede completarse con un cojín o con una manta de lana para conseguir un efecto cálido y acogedor.
Combinable en cualquier interior, por el tono de la madera está especialmente indicada en el estilo escandinavo, del que obviamente procede la tradición nórdica del autor.
Como ya comentamos otras veces, Wegner destaca especialmente por el diseño de sus elegantes sillas, como la Silla China o China Chair diseñada en 1944. En ambos casos se refleja su talento de artesano de la madera y ebanista, así como su tendencia a tratar el mobiliario como escultura sin perder un ápice de su funcionalidad.
La silla Pavo Real (Påfuglestolen en el idioma del diseñador) está inspirada en el tradicional sillón Windsor y debe su nombre (por razones obvias) a la forma de su exagerado respaldo curvo, similar a la cola desplegada de un pavo real. Sin embargo, curiosamente no fue Wegner el que la denominó así (en realidad inicialmente tenía un nombre mucho más prosaico, la “silla nº 550”), sino que fue el diseñador Finh Juhl quien así la denominó cuando la vio por primera vez, acuñándole el nombre con el que ha llegado a nuestros días.
La silla Pavo Real se convirtió pronto en una obra maestra del siglo XX, un icono tremendamente cómodo además de estético, en el que al igual que en la China Chair se mezclan las líneas orgánicas con el acabado decorativo y artístico.
Realizada completamente en madera de fresno maciza, dispone de un asiento en mimbre confeccionado a mano que puede completarse con un cojín o con una manta de lana para conseguir un efecto cálido y acogedor.
Combinable en cualquier interior, por el tono de la madera está especialmente indicada en el estilo escandinavo, del que obviamente procede la tradición nórdica del autor.
Vía: Decofilia
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