Los contrastes incluso en el diseño de interiores. Muchos de los productos de la colección Pedrali fueron elegidos como parte de la decoración de Contraste, el nuevo restaurante en Milán del chef uruguayo Matías Perdomo, el argentino sous-chef Simon Pulse y el maître italiano Thomas Piras.
Un restaurante donde el contraste es el rey y las reglas clásicas están del revés: el menú es un espejo que refleja la imagen del huésped, para hacer hincapié en que es él el centro de atención y no el chef, y que sus deseos culinarios serán satisfechos.
No hacen alarde de su presencia con ventanas brillantes o grandes signos. No va a venir a el por casualidad. Los comensales entran, de hecho, a través de una pequeña puerta, casi anónima en Via Meda. Aquí llegan a un patio “vestido de blanco” con mesas Ikon de base cónica junto con los sillones Volt y Plus.
Del patio se accede al interior, cuyo diseño, dirigido por David Luraschi, ha tenido en cuenta y ha respetado las estructuras existentes, como los techos decorados, los suelos de madera en las estancias y el suelo clásico veneciano “seminato” en los pasillos, que él ha contrarrestado con nuevas y fuertes opciones de materiales, como el acero de la puerta y las vigas o coral de silicona para las lámparas araña, una reinterpretación contemporánea de las clásicas lámparas venecianas. Sólo unas pocas mesas, con una iluminación suave, espaciadas para facilitar la conversación, caracterizan los comedores.
La forma clásica de la butaca Ester, un tapizado de cuero beige completado por las patas de fino aluminio, combina con las mesas Liberty, que tienen una base central de hierro fundido recubierto de polvo blanco combinado con un sobre redondo, para crear un ambiente sofisticado, donde el tiempo se detiene.
Por otro lado, en el comedor privado una Arki-Mesa toma el centro del escenario con sus características patas de caballete y sobre rectangular ultra-fino, de nuevo, flanqueada por sillones Ester.
Vía: infurma
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