Al recuperar un edificio de 50 años -mitad vivienda, mitad granero- se busca mantener las memorias existentes de un espacio que fue, alguna vez, el escenario de variadas experiencias -historias rurales combinadas con historias juveniles en una época controversial.
Un solo elemento nuevo se insertó en este espacio, casi como una pieza de mobiliario acentuada por su propia materialidad (OSB pintado). Con un presupuesto muy corto (el otro objetivo), fue esencia crear un elemento compacto que reúna todas las nuevas funciones: cocina, baños, almacenes y escalera.
Este "mobiliario" es fundamental para la compartimentación del área social con el primer nivel, dividiendo el espacio entre el área de ingreso, la sala, el comedor y a cocina. El nivel superior, utilizado en otra época para secar granos, genera una visual hacia el área social y funciona como espacio de retiro y área de trabajo.
La materialización de esta pieza debía ser hecha de algo que tuviera un rol estructural y al mismo tiempo ayudara a comunicar fácilmente la idea de mobiliario.
La decisión de utilizar OSB, un material ecológico y económico, fue bastante fácil debido a sus características estructurales y plasticidad. Sabía que con este material podría hacer todos los elementos singulares del proyecto -paredes, puertas, cocina y cabinas de almacenamiento, escaleras e incluso el piso del nivel superior. Utilizaron el tipo 3 de OSB, que puede soportar altos niveles de humedad -un detalle importante cuando se desea utilizar este material en áreas húmedas.Fue importante crear un contraste visual entre el piso (en pino portugués), las paredes blancas y el techo, pero fue también importante asumir la textura de la madera. El color oscuro de los paneles de OSB ayudaron con este punto.
Para más información visiten: Inês Brandão Arquitectura
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