Los propietarios de esta vivienda, localizada en Taiwan, querían recrear un apartamento juvenil y moderno, cuya decoración reflejara los gustos y personalidades de cada uno de ellos: la profesión y aficiones de él, un piloto apasionado por las figuras de superhéroes, y la debilidad por lo natural y el diseño nórdico de ella. Para el proyecto de interiorismo confiaron en el equipo de House Design Studio, que apostó por una decoración poco convencional para conseguir ambientes únicos y personales que satisficiera las necesidades de sus clientes.
¿Cómo solucionar la escasez de metros para contar con una estantería en el salón? Cuando no queda ni una pared libre donde colocar una estantería o un mueble donde almacenar y organizar algunas de nuestras cosas, una solución puede ser aprovechar el frente acristalado con un diseño ligero que no dificulte la entrada de luz natural, pero que “regale” zonas de almacén.
El juego de texturas y colores otorga riqueza visual y personalidad a cualquier ambiente. En este salón, se alternó una pared de ladrillo visto pintado de blanco con un frente en azul brillante. Un suelo uniforme de tarima aporta continuidad visual y hace que la estancia parezca más grande.
El suelo de tarima aporta continuidad, mientras que los diferentes materiales que se utilizaron para revestir las paredes ayudan a delimitar visualmente los ambientes: ladrillo visto en la pared de la tele, en el salón, y madera, en la cocina abierta. Aquí, la encimera se prolonga en una barra de desayunos, acompañada de un par de taburetes, que marca el paso de la cocina al salón.
La madera es el material protagonista de la cocina, ya que no sólo reviste suelo, sino también, paredes y parte del mobiliario. Se combinó con armarios blancos el frente que acoge las zonas de cocción y fregadero, y superficies en acero para aligerar la decoración y aportar un punto moderno.
Azul, verde, negro… ¿Por qué elegir un color si puede tener, al menos, tres? La clave está en saber dosificarlos para evitar ambientes saturados o recargados. El color es otro recurso perfecto para delimitar ambientes que comparten el mismo espacio.
La pasión del propietario por los superhéroes y el mundo del cómic queda reflejada en el recibidor de manera sutil y elegante con máscaras y carteles publicitarios antiguos. En cuanto a la profesión de piloto, ésta se adivina en barra de desayunos de la cocina, que simula el ala de un avión, y en la otra pared del recibidor, pintada en negro y decorada con un mapa de rutas de vuelo.
La puerta corredera del recibidor -lugar escogido para exhibir y colocar máscaras, carteles y demás accesorios- esconde el cuarto de baño de la vivienda.
En el dormitorio, la cama de madera natural se combinó con muebles en distintos acabados: una mesilla de madera clara y una mesa con cajones, pintada en verde brillante. La pared del cabecero se decoró con un original papel pintado de una vista aérea de una ciudad.
Para más información visiten: House Design Studio
Vía: Decoratrix
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