Microcemento en la cocina

Su aspecto sobrio y tosco dota a cualquier estancia de un atractivo toque de modernidad y vanguardia. Ya sea en paredes, suelo o muebles, utilizar microcemento en la cocina es una opción cada vez más seleccionada por estudios de arquitectura y decoradores. El microcemento es el revestimiento continuo de moda tanto por su variedad de colores, como por su resistencia y facilidad de mantenimiento. Es un compuesto químico que usa como base el cemento tradicional para obtener un fino fluido de increíble dureza y gran flexibilidad. Éstas dos características hacen del microcemento un producto ideal para ser aplicado en una gran variedad de superficies a modo de revestimiento.

En este apartamento japonés, reformado por el estudio de Airhouse Design Office, el microcemento de paredes, suelo y mobiliario se combinó con hormigón en muros y techo. Dos materiales que, junto a las tuberías vistas y complementos como las lámparas de techo que iluminan la isla, consiguen que la cocina presuma de un atractivo y moderno estilo industrial.

El microcemento no es poroso y su modo de aplicación es continuo, es decir, sin juntas ni cortes por lo que obtenemos una superficie impermeable apta para ser aplicada en paredes y suelos. El color se aplica en masa mediante pigmentos, y podemos elegirlo entre una amplia gama de tonos, si bien los más habituales son los grises. Eso sí, ha de ser instalado por personal cualificado.

El microcemento se usa, sobre todo, como pavimento y revestimiento de paredes. Sin embargo, donde se aprovechan al máximo las características técnicas de este material es en las encimeras de cocina, ya que se consiguen superficies sin juntas, impermeables, con alta resistencia a la abrasión. Así se hizo en esta cocina, donde el microcemento se utilizó también para realizar las encimeras de la zona de trabajo y de la isla. Este material no requiere de ningún mantenimiento y su limpieza es muy cómoda y sencilla.

La zona más luminosa de la estancia se reservó para ubicar el comedor de diario,con una mesa de madera blanca y cuatro sillas en acabado natural y color negro.

Esta cocina es un buen ejemplo de que con el microcemento se logran espacios diáfanos, claros, agradables, amplios y luminosos, a la vez que se armoniza muy bien con materiales nobles como madera, metales y piedra.

Para más información visiten: Airhouse 

Vía: Decoratrix