Casp Food nació como un servicio de comida a domicilio para los clientes hospedados en los apartamentos del edificio Casp 74, situados en esta misma calle y número de Barcelona. Más tarde su oferta se amplió y ahora es un nuevo restaurante abierto al público, con una interesante oferta estética gracias el estudio Untaller. Su cocina puede degustarse en el propio local o en casa gracias a su servicio de take-away.
Más que combinación, el estudio habla de “entonación” de materiales diversos, texturas variadas y diferentes colores. Con un interesante intercambio, pues si en la fachada prevalece una paleta oscura junto al vidrio, en el interior el negro sólo acompaña a la madera, que se convierte en la protagonista del ambiente. El mármol blanco, los revestimientos de papel o el uso de mallas son otros de los recursos que juegan a crear un interiorismo luminoso, limpio y contemporáneo.
Puesto que el bar está integrado en el edificio, el equipo formado por la interiorista Marifé Bellaubí, el arquitecto Nacho Ferrer y el diseñador industrial Yago Sarri, en colaboración con Pepe Cortés, han conservado la parte superior de vidrio pero han modificado la inferior en la que destaca la chapa nervada y las puertas reconvertibles en pizarras, si bien un segundo cerramiento acristalado continua permitiendo ver su interior.
El local se distribuye entre la planta baja y un altillo. La planta baja se ensancha en la parte posterior, donde están, entre otros, el almacén y los baños. El bajo escalera también sirve como espacio de almacén e instalaciones en su lado abierto gracias a una serie de listones de roble. El altillo queda reculado tres metros respecto a la fachada y funciona como zona de mesas. Cuenta con un acceso a un patio.
Como comentábamos, el negro sirve en el interior para complementar y, en concreto, para rematar los detalles. Por ejemplo, el canto del forjado del altillo se remata con una chapa de hierro negro. También los techos de las dos plantas se revisten en negro y se han utilizado tonos muy oscuros para el felpudo de la entrada y la rampa de la planta baja.
El felpudo da paso a un pavimento de piedra caliza colocado a rompejuntas, y en la zona de la entrada, las medianeras se tratan con un revestimiento de papel, a base de fibras naturales. El resto de las paredes y paramentos de la planta baja se han pintado de color verde para ir en consonancia con el pavimento.
Tanto en la escalera como en el altillo, el suelo es de parquet de roble. También son de roble los tablones que forman el frontal de la barra, el marco del espejo, la mesa de los embutidos y el mueble del altillo, realizado en machihembrado de roble y puertas de malla que permiten exponer los productos.
El mármol blanco, por su parte, está presente en la propia barra, en la barra de taburetes de la derecha, en el rincón de los embutidos, en el almacén y en todas las mesas interiores del local. También son de color blanco los taburetes y las sillas que completan el mobiliario interior.
Para más información visiten: Casp Food, untaller, Pepe Cortés
Vía: diarioDESIGN
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