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Estufas halógenas
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Calefactores
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Convectores
Su funcionamiento es sencillo, tan sólo cogen el aire frío de la estancia, lo calientan mediante una resistencia y lo expulsan caliente. Éste se eleva y se extiende por la misma. Son perfectos para estancias húmedas como el baño o la cocina, sobre todo los que incluyen protección al goteo de agua. Algunos incluyen diversas posiciones de temperatura, para ajustarse mejor a nuestras necesidades. Tal y como sucede con los calefactores, es importante que los mantengamos alejados de la ducha o bañera, que nunca los manipulemos desde dentro de éstas y que nos aseguramos de que estamos calzados y tengamos las manos secas antes de tocarlos.
Radiadores de aceite
Funcionan por convección. Están compuestos por unas placas que contienen aceite y una resistencia que las calienta. Las placas hacen circular el aire que las rodea, tomando aire frío y calentándolo, formando corrientes de aire caliente. Si bien no calientan tan rápido como otros calefactores eléctricos, también hay que decir que mantienen más el calor que los calefactores o los convectores. Vienen con reguladores de potencia para poder ajustar la temperatura, termostato y hasta programadores.
Vía: fotocasa
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