La originalidad no está reñida con la comodidad. Ejemplo de ello es el 7 Enoteca and Pizzeria. Este innovador restaurante, creado por el estudio de diseño Brayan Stoyanov, se ubica en el sótano del antiguo edificio de la oficina de correos del pintoresco pueblo de Old Oakville, a las afueras de Toronto.
Inspirado en una noche en la Villa Lysis, en la isla de Capri, el interior transporta a la clientela canadiense, a la costa de Nápoles. No sólo por la atmósfera y el diseño del espacio, también por los sabores de su gastronomía: pizzas y pastas napolitanas, prosciuttos y salamis y pescados frescos a cargo del chef Matthew Ruscica.Construido en el sótano de la antigua oficina de correos de la ciudad, el 7 Enoteca and Pizzeria tiene capacidad para 50 comensales. Los techos abovedados recubiertos de marmorino veneciano envuelven a los huéspedes mientras cenan.
El mobiliario del restaurante merece mención aparte, pues ha sido diseñado expresamente para dotar la estancia con el aroma de la isla de Capri.Las cómodas mesas y los taburetes de la barra han sido diseñados a medida por Matthew Hilton. También han sido diseñadas por él las Sillas Fin y las Sillas Colombo.
Las barras del bar combinan materiales tan antagónicos como el mármol blanco y el cuero, reforzando la sensación de antigüedad de los muros piedra erosionada de la antigua oficina de correos.
En cuanto a los colores, destacan los típicos naranjas y grises de las pizzerías italianas, combinados con los tonos madera de las sillas, las patas de las mesas y las estanterías donde se almacenan los vinos italianos.El mosaico del suelo, traído expresamente de Venecia, es un juego de contrastes entre las paredes y los techos, de carácter más sobrio.
La iluminación, íntima y acogedora, aprovecha los fantásticos diseños en forma de flor y de faro que recuerdan tanto a las antiguas cantinas transalpinas como a los barcos de pescadores del mediteráneo.Por supuesto, el horno de leña construido expresamente por el reputado especialista Stefano Ferrara es también responsable de colmar los sentidos de los comensales, trasladándoles al auténtico sabor de Nápoles.
Para más información visiten: Brayan Stoyanov
Vía: diarioDESIGN
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