La propiedad pretendía rehabilitar esta vivienda ubicada en Baños de Montemayor, situado en el Valle del Ambroz. Se trata de un hermoso valle protegido del norte por las últimas cumbres de las sierra de Gredos, situación que le dota de un clima moderado. La arquitectura popular se distingue por tener fachadas muy estrechas que dan lugar a viviendas oscuras y profundas. La marcada topografía produce grandes desniveles entre un punto y otro de la vivienda, en este caso, existe una diferencia de dos plantas entre la fachada principal y el patio posterior.
La vivienda del proyecto parecía un compendio de todos estos problemas: Se trataba de una vivienda de piedra con forjados de madera vistos aunque mal conservados, con muy poca luz, y una estrecha fachada que no permitía introducir más de una o a lo sumo, dos ventanas por planta. Los techos eran bajos, y la distribución interior no permitía grandes espacios de relación. Por último, la planta de acceso, al encontrarse enterrada en su parte posterior, tenía mucha humedad y pocas posibilidades de iluminación natural.
Teniendo en cuenta que la propiedad quería aprovechar todo lo posible la estructura original de la vivienda, el esfuerzo se centró desde un principio en crear un espacio medular que cambiara la percepción del espacio doméstico existente. De esta forma, la estructura tradicional de alcobas concatenadas se transforma en un gran espacio interior al que se vuelcan el resto de las dependencias de la vivienda. Este espacio central contiene todos los usos de día de la vivienda (comedor, cocina, salón, zona de lectura) quedando separada la zona de noche a través de los cuartos de baño para evitar molestas transmisiones de ruido.
Los dormitorios (el principal en la primera planta, y dos más en la segunda) se abren a la fachada principal. Dos espacios paralelos completan el programa de esta vivienda de vacaciones: La bodega en planta baja, y un solárium en planta de cubierta.
La apertura del hueco en el forjado existente, crea el espacio en doble altura que preside la vivienda y permite que la luz recorra verticalmente la casa hasta su base. La substitución de zonas puntuales del forjado por un vidrio de seguridad habilita la entrada de luz a zonas que no pueden ser iluminadas de otro modo, manteniendo el paso. Esto se ha llevado a cabo en el techo de la bodega y en el acceso a la terraza superior.
La anexión del volumen vertical de las escaleras al espacio en doble altura permite aprovechar la iluminación del primero y dilatar la sensación espacial del segundo. Los tramos nuevos de la escalera se realizan de modo que sean lo más aéreos posible para favorecer la entrada de luz lateral.
La continuidad espacial de la vivienda es una de las grandes bazas de este proyecto. Se han evitado los tabiques hasta el punto de que lo único que queda separado son los dormitorios y los cuartos de baño por un solo tabique.
Arquitectos: GEA Arquitectos
Ubicación: Baños de Montemayor, Cáceres, España
Superficie Construida: 150 m2
Cliente: Javier Belloso
Presupuesto: 120000 euros
Estructura: GEA Soluciones
Instalaciones: GEA Soluciones
Constructora: Santiago Montero Constructor
Fotografías: Primeros Planos – Ignacio Marqués
Vía: Plataforma Arquitectura
La vivienda del proyecto parecía un compendio de todos estos problemas: Se trataba de una vivienda de piedra con forjados de madera vistos aunque mal conservados, con muy poca luz, y una estrecha fachada que no permitía introducir más de una o a lo sumo, dos ventanas por planta. Los techos eran bajos, y la distribución interior no permitía grandes espacios de relación. Por último, la planta de acceso, al encontrarse enterrada en su parte posterior, tenía mucha humedad y pocas posibilidades de iluminación natural.
Teniendo en cuenta que la propiedad quería aprovechar todo lo posible la estructura original de la vivienda, el esfuerzo se centró desde un principio en crear un espacio medular que cambiara la percepción del espacio doméstico existente. De esta forma, la estructura tradicional de alcobas concatenadas se transforma en un gran espacio interior al que se vuelcan el resto de las dependencias de la vivienda. Este espacio central contiene todos los usos de día de la vivienda (comedor, cocina, salón, zona de lectura) quedando separada la zona de noche a través de los cuartos de baño para evitar molestas transmisiones de ruido.
Los dormitorios (el principal en la primera planta, y dos más en la segunda) se abren a la fachada principal. Dos espacios paralelos completan el programa de esta vivienda de vacaciones: La bodega en planta baja, y un solárium en planta de cubierta.
La apertura del hueco en el forjado existente, crea el espacio en doble altura que preside la vivienda y permite que la luz recorra verticalmente la casa hasta su base. La substitución de zonas puntuales del forjado por un vidrio de seguridad habilita la entrada de luz a zonas que no pueden ser iluminadas de otro modo, manteniendo el paso. Esto se ha llevado a cabo en el techo de la bodega y en el acceso a la terraza superior.
La anexión del volumen vertical de las escaleras al espacio en doble altura permite aprovechar la iluminación del primero y dilatar la sensación espacial del segundo. Los tramos nuevos de la escalera se realizan de modo que sean lo más aéreos posible para favorecer la entrada de luz lateral.
La continuidad espacial de la vivienda es una de las grandes bazas de este proyecto. Se han evitado los tabiques hasta el punto de que lo único que queda separado son los dormitorios y los cuartos de baño por un solo tabique.
Arquitectos: GEA Arquitectos
Ubicación: Baños de Montemayor, Cáceres, España
Superficie Construida: 150 m2
Cliente: Javier Belloso
Presupuesto: 120000 euros
Estructura: GEA Soluciones
Instalaciones: GEA Soluciones
Constructora: Santiago Montero Constructor
Fotografías: Primeros Planos – Ignacio Marqués
Vía: Plataforma Arquitectura
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