El proyecto eliminó las barreras arquitectónicas y fusionó el salón y la cocina en un único espacio, abierto, agradable y luminoso, que ahora disfruta de una privilegiada visión del jardín desde cualquier punto. Explica el estudio que “para diferenciar las distintas actividades que se desarrollan en los diferentes espacios, sin perder la idea de ambiente unitario, se ha hecho uso del mobiliario como elemento visual y también de falsos techos, que han permitido un mejor acomodo de las instalaciones y la iluminación”.
Mobiliario Gamma Arclinea.
Para la cocina se escogió el programa Gamma de la firma italiana Arclinea en color blanco, acabado brillo, que intensifica la luz natural que entra a través de los amplios ventanales. También el blanco ha sido elegido para paredes y techos e, incluso, para la campana extractora, encastrada en el falso techo. Los muebles se rematan con un zócalo de aluminio anodizado que sigue la sobria línea gris del pavimento. En una de las paredes, se ha reservado un espacio para el desayuno gracias a dos puertas practicables con sistema push y perfil LED integrable.
Una isla central articula la distribución de la cocina, donde la encimera también ejerce la función de barra alta con espacio para tres personas. Para aumentar su funcionalidad, se ha equipado con un tótem evoline elevable con dos enchufes y USB. Por otra parte, la cocina se ha equipado con electrodomésticos de alta gama: campana de techo Mimetic con iluminación LED, placa de inducción, horno multifunción pirolítico, microondas, módulo profesional de calentamiento, lavavajillas, frigorífico y congelador integrable, todo de NEFF. Para completar este equipamiento, se ha añadido una vinoteca con capacidad para 48 botellas.
Para más información visiten: Arclinea Barcelona, Croque Arquitectura
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