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La pared a revestir debe estar perfectamente lisa y enrasada, sin presencia de humedades ni de grietas. Si vamos a alicatar un baño o cocina y la pared está muy estropeada, una buena opción es colocar un panel de yeso laminado hidrófugo para obtener una superficie perfectamente lisa y en buen estado. Estos paneles se distinguen por su color verde grisáceo, y se pueden adquirir en centros de bricolaje y almacenes de construcción.
Antes de empezar a colocar los baldosines, hay que establecer el nivel para que las hileras queden perfectamente horizontales. Para ello, clavaremos con dos puntas que sobresalgan ligeramente un listón a ras de suelo, comprobando su horizontalidad con un nivel de burbuja. Este listón nos servirá como guía para poner la primera hilera de azulejos; las siguientes se apoyarán sobre ésta. Una vez alicatada la pared, retiraremos el listón y remataremos la parte inferior con trozos de azulejos cuidadosamente cortados a la medida.
Para pegar los baldosines se emplea cemento-cola específico. Este producto se vende en polvo para mezclar con agua, y también al uso, en tubos o en cubetas. Ambas versiones son buenas para el trabajo, aunque quizás la segunda sea más cómoda (y también más cara). El cemento-cola se aplica con una llana dentada y a continuación se pegan los azulejos, colocando separadores o crucetas entre ellos que deberemos retirar haciendo palanca con un destornillador, cuando el adhesivo esté prácticamente seco.
Para terminar hay que rellenar las juntas. Para ello podemos emplear el mismo cemento-cola o un producto especial; se pueden incluso colorear con tintes para pinturas al agua. Las juntas o llagas se rellenan con una llana de goma o un llagueador; la pasta se deja secar un poco y después se limpian los restos con una esponja y agua. Cuando se seque del todo, limpiaremos la pared a fondo con agua hasta retirar todos los restos.
Vía: Deco Estilo
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