La altura de los techos en España se encuentra regulada. Esto se debe a que para poder obtener una cédula de habitabilidad es necesario cumplir una serie de requisitos que garanticen que los habitantes de la misma pueden vivir en ella de forma cómoda contando con espacio suficiente. Si quiere reformar su casa y está pensando en renovar los techos, debe fijarse en cuál es la altura mínima que pueden tener los techos.
Cuál es la altura mínima de los techos
Las cédulas de habitabilidad en España se expiden desde las comunidades autónomas, por lo tanto, cada una de ellas tendrá sus propias exigencias en cuanto a espacio interior, distancia al suelo, fachada, número de ventanas…etc. que debe tener una vivienda para obtener un cédula de habitabilidad.
Aunque la altura mínima dependerá de cada comunidad autónoma, sí que podemos señalar que según el Anexo 2 del Decreto 141/2012, de 30 de octubre, sobre las condiciones de habitabilidad de las viviendas y la cédula de habitabilidad, se establece una altura mínima de 1,90 metros para aquellas viviendas que ya existen o que son de segunda mano. Es decir, si va a comprar una casa antigua y su construcción ha tenido lugar antes del año 2012 deberá tener en cuenta que la altura mínima de sus techos deberá ser esta.
Esta altura, se refiere al espacio libre que queda entre el suelo y el techo. Esta altura es la que se considera espacio útil de la vivienda. En el caso de que el techo de la casa se encuentre abuhardillado y este disponga de vigas visibles, la altura mínima deberá ser de 1,90 metros entre el suelo y la cara inferior de las mismas.
Cuando se trata de edificios de obra nueva, la normativa cambia con el objetivo de ofrecer un mayor espacio para los habitantes de la casa, así, se exige que la altura libre existente entre el forjado de distintas viviendas debe ser de cómo mínimo de 2,70 metros.
Por lo tanto, la altura de los techos, una vez acabado el pavimento, debe alcanzar un mínimo de 2,50 metros. Cuando se trata de áticos, el espacio útil entre suelo y techo no puede ser inferior a los 2,5 metros.
Las ventajas de los techos altos
Como ve, la normativa exige unos mínimos en cuanto a la altura de los techos en nuestro país, pero lo cierto es, que a pesar de ello, muchas personas siguen prefiriendo los techos altos a los bajos. Este tipo de edificaciones son más comunes en las casas antiguas en las que se contaba con un mayor espacio habitable.
Si tiene la suerte de disponer de una vivienda de este tipo o acaba de adquirirla para reformarla, piénselo antes de bajar algunos centímetros los techos altos, ya que estos tienen bastantes ventajas:
Aportan amplitud, por lo que si la habitación no es muy grande conseguirá ganarle espacio visual conservando los techos más elevados. Esto, además, proporciona lugares extra de almacenamiento a través de armarios empotrados mucho más altos y estanterías colocadas en posiciones elevadas.
Otro aspecto derivado de la altura de los techos, es que las ventanas también podrán ser más grandes sirviendo para aprovechar mucho más la luz natural, algo que sin duda ayudará a dar luminosidad y amplitud a cualquier estancia. Debido a la altura, podrá realizar decoraciones de mayor tamaño o más recargadas sin miedo a que se forme un espacio abarrotado y agobiante.
Otra opción, por la que muchas personas se decantan es por la de bajar los techos para añadir espacios de almacenamiento o proporcionar un aislamiento térmico y acústico adicional a la vivienda.
Si este es su caso y quiere bajar los techos, debe tener en cuenta que la altura mínima que estos podrán tener, al tratarse de una vivienda antigua no podrá ser inferior a 1,9 metros si quiere obtener la cédula de habitabilidad.
Vía: Hogar Mapfre
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