lunes, 3 de diciembre de 2018

Estilo mediterráneo contemporáneo en decoración

Cada vez son más las personas que eligen el estilo mediterráneo contemporáneo en decoración, debido a su frescura, su luminosidad y su relación con las vacaciones, la playa y el sol. Puede decorar su casa de esta manera aunque no viva en la costa.
El estilo mediterráneo contemporáneo en decoración es muy usado por personas que viven en otras latitudes, incluso por aquellas que nada tienen que ver con esta zona del planeta.
¿A quién no le gustaría vivir en una finca en un pueblo italiano, griego o del sur español? Con sus playas, sus atardeceres y sus días de pleno sol. En este artículo le contaremos más sobre esta tendencia.

¿Cómo es el estilo mediterráneo contemporáneo en decoración?

Seduce por su naturalidad, su simpleza y su frescura… nos encanta porque nos recuerda a las vacaciones y al verano. El estilo mediterráneo contemporáneo en decoración sin duda es uno de los más elegidos en Europa, pero no necesariamente en viviendas que tienen vistas al mar. Algunas de las claves son estas.

1. Rusticidad y materiales

La arquitectura mediterránea se conecta mucho con el lugar y se integran al paisaje. Las casas suelen ser sobrias, con un estilo sencillo y muy funcionales. Las casas son rústicas y suelen estar compuestas por diferentes módulos cuadrangulares, que se añaden según las necesidades de los habitantes: por ejemplo una habitación para un bebé, un establo para un animal, un escritorio para trabajar desde casa, etc.

Los materiales que se usan en el estilo mediterráneo son la piedra, la madera, la arcilla y el adobe. Las paredes son encaladas, no hay demasiados objetos que dificulten el paso y las viviendas están orientadas al sur para poder aprovechar la luz solar, aunque las ventanas son pequeñas.

En los techos, que son planos, no pueden faltar las vigas de madera a la vista, para desentonar un poco con el blanco de las paredes. Algunos también optan por colocar arcos que separan ambientes, por ejemplo la sala de la cocina.

Los suelos pueden ser cerámicos, de madera o con baldosas y azulejos al estilo marroquí, pero han de respetar siempre los colores tierra, blanco o beige para combinar con el ambiente.

2. Colores

La pintura de las paredes internas o externas, así como también los tonos usados en la decoración son el blanco, los colores tierra, el verde y el azul. El primero es indiscutible, ya que le aporta luminosidad, frescura, amplitud y serenidad.

Los tonos tierra son cálidos, perfectos para los muebles o algunos detalles en las paredes. Además, el azul emula el mar mediterráneo y el cielo y el verde nos hace acordar a las montañas llenas de vegetación que protegen las costas.

3. Mobiliario

Si quiere disfrutar del estilo mediterráneo contemporáneo en decoración necesita contar con muebles de madera, para “romper” con el blanco de las paredes. Sencillez es sinónimo de hermosura, y sin siquiera llegar a decorar con un estilo minimalista.

Otras opciones dentro del mobiliario típico son el mimbre y el ratán, dos materiales usados desde hace cientos de años en la confección de objetos domésticos en áreas agrícolas. Los agricultores dedicados a los olivos, por ejemplo, se dedicaban también a hacer sus muebles con lo que tenían a disposición, y eso se mantiene hasta nuestros días.

4. Accesorios

Las lámparas de mimbre, las alfombras rústicas, las plantas de interior, los jarrones de cerámica, los cojines de lino o algodón y hasta algunos troncos o ramas secas que encontramos en los alrededores nos pueden ayudar.

Para el estilo mediterráneo contemporáneo en decoración lo importante es inspirarse en la naturaleza para darle un toque más auténtico a los ambientes. Las paneras o cestas de mimbre sobre la
 mesa del comedor o las bandejas para la hora del té son muy buenas opciones para decorar también.

Decora también el exterior

El estilo mediterráneo contemporáneo en decoración es realmente bonito y no hace falta vivir en Italia, Francia, Grecia o España para disfrutarlo en casa. Si tiene una casa con espacio exterior, puede decorarla con tonos azules y blancos, como si estuviese en Mikonos, con una fuente de agua que fluya continuamente y hermosas pérgolas para protegerse del sol.

Y por supuesto, no pueden faltar las hamacas y sofás para tumbarse varias horas cuando no está en la piscina (o no cuenta con una). Lo mejor de todo es que al mirar a su alrededor, pensará que se encuentra en Andalucía, en Ibiza, en Sicilia, en una isla griega o en Marsella. ¡Es como estar siempre de vacaciones!

No hay comentarios:

Publicar un comentario