Como clientes, el hotel busca, preferentemente, a jóvenes turistas que hayan nacido en la década de los 90, y por ello la renovación tuvo como objetivo que el Stone 9 ofreciera unas mejores condiciones para la comunicación y pudiera convertirse en un animado lugar de reunión. Asimismo, también espera que sus huéspedes puedan disfrutar de la cultura local durante su estancia y puedan llevarse con ellos una buena impresión de la ciudad.
Pasillos más amplios y versátiles.
El actual establecimiento con unos interiores minimalistas, vestidos con una contenida paleta de materiales y colores, estuvo precedido por habitaciones conectadas a un largo y estrecho pasillo, y la falta de espacios públicos. De cara a crear un escenario más interesante, el tamaño de las habitaciones se redujo, dando así una mayor amplitud y versatilidad al pasillo. Además, un bar en el vestíbulo y diferentes espacios lounge, distribuidos por el hotel, buscan que «la zona pública se parezca más a una cafetería o a un club de ocio y que los clientes se animen a salir de las habitaciones para pasar más tiempo disfrutando de estas nuevas zonas comunes», explica el arquitecto formado en la universidad de Alcalá de Henares.
Siguiendo esta misma línea, es posible abrir las ventanas de las habitaciones hacia el espacio común. Detalla Xue Jin que imaginaron «las zonas públicas como una calle, por lo que es posible abrir las ventanas de la habitación hacia el área pública, lo que, por un lado, resuelve el problema de una iluminación insuficiente en el segundo piso, debido a la estructura existente, y por otro lado, aporta una visión optimista al aumentar la interacción entre lo privado y lo público. También construimos los pasillos del segundo piso como espacios abiertos para que los espacios resultaran más interesante y conectables».
Habitaciones que ceden su espacio.
Uno de los problemas resueltos con la intervención fue la escasa altura de la planta que, con tan solo 4,80 m, debía acoger dos pisos para las habitaciones, incluido el necesario sistema de tuberías. Para garantizar que los dos niveles dispusieran de espacios cómodos, se analizaron las alturas adecuadas para el programa funcional de las habitaciones. De esta manera, el espacio bajo la cama del segundo piso se le dio al primer piso para aumentar la altura del techo. En «sentido contrario», zonas del primer piso que no requerían de demasiada altura, como el baño y la cama, se diseñaron con el techo más bajo para dar más espacio al nivel superior. Con estos cambios de altura en la misma estancia, a los clientes les resulta más difícil percibir la falta de altura durante el tiempo que permanezcan alojados.
Por último, para que el hotel pudiera aprovechar al máximo la luz natural, se redujeron al máximo las divisiones y se utilizó el color blanco para atraer y reflejar la luz natural. Además, algunas de las puertas de las habitaciones se cambiaron por otras translúcidas para la luz natural iluminara los pasillos.
Para más información visiten: Xue Jin Design
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