Según comenta el estudio, el propósito del proyecto ha sido aplicar un nuevo punto de vista, unificando espacios tanto a nivel estructural, como a nivel estético, aumentando considerablemente la luz natural que recibe el local y haciéndolo mucho mas accesible al exterior.
Para la nueva heladería de El Malagueño se propuso un diseño compacto, sin filtros, con un eje vertebrador muy definido.
La barra es el punto neurálgico de la actividad y del espacio, un núcleo compacto, de aros concentricos superpuestos, desde el que todo orbita.
El interior se abre hacia al exterior, permitiendo al usuario contemplar el ritmo de la calle y de las impresionantes vistas que desde aquí se nos ofrece del Estrecho.
El resultado por tanto, es fresco, acogedor y luminoso, un espacio atemporal, al que hemos intentando imprimir un carácter propio, con una imagen muy definida y personal.
Para más información visiten: Velvet Projects Studio
Vía: Infurma
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