Ante todo, el equipo de Nook quiso rescatar y restaurar las maravillosas baldosas hidráulicas y restituir las partes donde faltaban piezas con materiales afines y armónicos.
Cuando se acometió la reforma, los arquitectos se encontraron con un muro maestro que dividía en dos la planta de la vivienda, por lo que decidieron adosar en ella el frente de la cocina, y por el otro lado, el cuarto de baño.
La cocina se amuebló con módulos de acero inoxidable dispuestos en un solo frente, alicatado con un zócalo de baldosines grises. El pasillo (donde se encuentra la puerta de entrada) da paso al dormitorio.
La cocina se amuebló con módulos de acero inoxidable dispuestos en un solo frente, alicatado con un zócalo de baldosines grises. El pasillo (donde se encuentra la puerta de entrada) da paso al dormitorio.
La cocina y la zona del salón se unieron en un único espacio, pues el fin era "oxigenar" el reducido espacio, antiguamente muy compartimentado, y permitir que se transitara cómodamente.
Al no poder eliminar el muro maestro, se decidió crear una "caja" que albergase, por un lado la cocina (de cara a la zona más pública) y por otro, el cuarto de baño (de cara al dormitorio).
Al no poder eliminar el muro maestro, se decidió crear una "caja" que albergase, por un lado la cocina (de cara a la zona más pública) y por otro, el cuarto de baño (de cara al dormitorio).
Todo está aprovechado al máximo y pensado hasta el último milímetro: en esta zona de paso se instaló el armario oculto tras unas puertas correderas.
El dormitorio se pintó de blanco, como el resto de la vivienda, para potenciar la iluminación y crear sensación de amplitud. El suelo se elevó para favorecer los desagües y se cubrió con lamas anchas de madera en tono natural, con el fin de armonizar con las baldosas hidráulicas, ya que otro material hubiera sido muy difícil de combinar.
El sistema de puertas correderas es un diseño muy económico que consiste en un marco de madera de pino y una lámina plástica traslúcida, sobre unos rieles en suelo y techo. Esto permite dar intimidad tanto al dormitorio, como al inodoro o a la zona de lavabo y ducha. Un proyecto que demuestra que las buenas ideas no se someten jamás a un presupuesto ajustado. ¡Todo lo contrario!
El dormitorio se pintó de blanco, como el resto de la vivienda, para potenciar la iluminación y crear sensación de amplitud. El suelo se elevó para favorecer los desagües y se cubrió con lamas anchas de madera en tono natural, con el fin de armonizar con las baldosas hidráulicas, ya que otro material hubiera sido muy difícil de combinar.El sistema de puertas correderas es un diseño muy económico que consiste en un marco de madera de pino y una lámina plástica traslúcida, sobre unos rieles en suelo y techo. Esto permite dar intimidad tanto al dormitorio, como al inodoro o a la zona de lavabo y ducha. Un proyecto que demuestra que las buenas ideas no se someten jamás a un presupuesto ajustado. ¡Todo lo contrario!
Para más información visiten: Nook Architects
Vía: decoratrix
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