Provocadores. Auténticos. Con un marcado diseño. Y pluses que otros no ofrezcan. Esta podría ser a groso modo las características que necesita reunir un hotel que quiera estar en lo más alto del panorama cosmopolita. El problema está en que si bien el storytelling ofrece multitud de opciones, cada vez cuesta más llamar la atención. Este hotel en Ámsterdam, de nombre Sir Adam, lo intenta obsequiando al cliente con arte y clases de guitarra privadas. Art & Soul en el edificio, eso sí, más codiciado de la capital.
Sir Adam está ubicado en las ocho primeras plantas de la A’DAM Toren, un rascacielos que ha revitalizado la zona del puerto convirtiéndose en el barrio más vibrante del momento. El edificio alberga, además, tiendas, cafés, un restaurante en el ático y un observatorio con vistas del centro de Ámsterdam y el Canal.
El estudio neoyorquino Icrave ha sido el elegido para crear una identidad visual que respire musicalidad y arte. Un peso que recae en la decoración. Obras de artistas locales y mobiliario a medida habitan por todo el hotel. Y luego están los tocadiscos o el hecho de que cuente con su propia librería musical.
Cabe destacar que el estudio ha decidido respetar la estructura de la torre mostrándola al público. De este modo han dejado desnudos las paredes y techos de hormigón, y han mantenido los grandes ventanales, que ocupan toda la fachada de las habitaciones. Para quienes quieran exhibir su lado más salvaje.
El hotel cuenta con 108 habitaciones pero se aparta de algunos conceptos tradicionales como el lobby. Aquí, al cruzar la puerta, uno entra directamente en The Butcher Social Club, un living lounge, según lo describe The Entourage Group, la empresa a la que pertenece este espacio (el hotel, por su parte es un proyecto del grupo Design Hotels™ y Europe Hotels Private Collection, dueños de la marca Sir Hotels).
The Butcher – una marca también presente en otras ciudades del mundo – es el lugar donde tomar una hamburguesa gourmet y escuchar la música en directo de un DJ. El espacio, donde predominan los azules eléctricos al caer la noche, es versátil y ecléctico. Junto a las mesas de juego ofrece también un área que sirve tanto de co-working como concept-store.
Por si acaso no fuera suficiente, en la última planta del hotel – la octava de la torre – está el Beergarden, donde sirven cerveza artesana local en un espacio donde la vegetación y las vistas al skyline de la ciudad son las protagonistas. Con cabida para doscientas personas, se postula como escenario de los eventos más cool de Ámsterdam.
Fotografías: Design Hotels™
Para más información visiten: Sir Adam Hotel, The Butcher, Icrave
Vía: diarioDESIGN
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