La intención del proyecto fue cambiar la atmósfera del espacio a través del uso de materiales que pueden verse en grandes almacenes, utilizándolos de maneras nuevas y diferentes. Uno de estos materiales fue el vinilo, seleccionado como revestimiento para el suelo debido a su resistencia a la suciedad, fácil mantenimiento, propiedades antideslizantes, un montaje rápido y bajo coste. «En un espacio donde se usa mucha agua y los tallos de las flores, las hojas y los pétalos acabarán en el suelo, resulta un material ideal», explica Shimpei Oda.
Vinilo para pavimentar y revestir.
Después de elegir las láminas de vinilo para el pavimento, se estudiaron las posibilidades del material y como podría utilizarse de una forma diferente a otros materiales para suelos. Para ello, las láminas vinílicas se curvaron desde el pavimento y se elevaron para cubrir la parte frontal y superior, así como los laterales, de los mostradores de trabajo. De esta manera, el mostrador se beneficia de las propiedades del material sintético, que crea una continuidad física y visual entre diferentes elementos.
El mobiliario también se ha fabricado con materiales simples y prácticos, que pueden adquirirse en tiendas de bricolaje, como perfiles de aluminio y madera contrachapada. «El sistema de espárragos y tornillos permitió un fácil transporte y montaje, acortando el periodo de fabricación y permitiendo posibles cambios en el futuro», dice el arquitecto japonés.
Rieles con focos flexibles.
El techo del establecimiento estaba en malas condiciones, pero como el local es propiedad de los grandes almacenes no se permitió cambiarlo para el proyecto. Así que se eliminaron los viejos fluorescentes y se instalaron nuevos rieles con focos que permiten configuraciones más flexibles para iluminar adecuadamente la floristería.
Para más información visiten: Shimpei Oda Architect Office
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