Hay otros muchos materiales con los que fabricar alfombras, y ya hemos visto alguno que otro en el blog, y llegado su momento hablaré también de ellos, pero hoy me gustaría hablar de las alfombras de lana artesanales, y lo que le pueden aportar en su decoración.
La lana es uno de los materiales más duraderos que hay en lo que se refiere a textiles. De hecho, no hay ninguna fibra sintética que iguale las propiedades de la lana. Es cierto que las fibras sintéticas ofrecen una durabilidad excelente, pero son eso, sintéticas.
La lana trabajada artesanalmente tiene algo especial, algo auténtico que la hace más acogedora y confortable. ¿Ha pisado alguna vez alguna alfombra de lana gruesa? Si lo ha hecho, sabe que no tiene comparación. Y si no lo ha hecho, por favor, pruébelo. Dese el placer de hacerlo y descubrir lo que es realmente pisar una alfombra suave, cálida y acogedora.
Además, este material 100% natural es renovable y biodegradable. Es decir, es un material que, como bien sabe, lo producen las ovejas para protegerse del frio y también del calor, y ese mismo material, esa misma lana con sus mismas características, es la que después usamos para calentar y abrigar nuestros suelos una vez tratada y en este caso, trenzada.
También hay que decir que la lana ayuda a regular la humedad de nuestra casa, ya que absorbe o libera vapor de agua, estabilizando la humedad de casa, tanto en invierno como en verano.
Pero además de sus propiedades físicas, las alfombras de lana trenzada tienen una estética muy actual, con la que podemos añadir un plus decorativo a nuestros suelos.
En el recibidor, vistiendo el suelo con calidez y estilo. Como ve, es un tipo de alfombra con gran presencia gracias a sus nudos e hilado artesanal, lo que a su vez hace que cada alfombra sea única.
Aunque las alfombras de lana trenzadas son sumamente resistentes, si le han convencido pero necesita algo más fuerte y duradero, entonces tiene a su disposición otro tipo de alfombras de lana con fieltro trenzadas, también hechas a mano, como la que vemos a continuación que puede que le interesen más.
Se trata de una técnica que hace que la lana se vuelva más fuerte y resistente a la humedad. Una vez hecho el proceso, toda esa lana ya fieltrada se trenza artesanalmente con mucho cuidado hasta que se conforma este tipo de alfombra, con una gran densidad y una textura muy suave, y, como le decía antes, sumamente resistente.
Naturalmente, es el toque artesanal es lo que hace que estas alfombras tengan ese bonito y característico acabado.
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