El restaurante ocupa las plantas baja y sótano de un edificio típico del barrio que lo alberga. Una arquitectura con estructura de piedra y madera, con vigas de madera vistas en la planta baja y bodegas de piedra abovedadas en el sótano, en el que los arquitectos han diseñado un espacio híbrido.
El proyecto nace a partir de una profunda investigación sobre el arte japonés del tallado de paneles de madera. Un trabajo manual tradicional basado en la repetición de un patrón triangular donde a veces se insertan motivos. Todos ellos, con significados y deseos implícitos.
El arte japonés del tallado en madera
Adoptando distintas formas, este patrón se convierte en el gran protagonista del espacio. Como revestimiento de las paredes de la planta baja o barandilla de la escalera en forma de entramado transparente. Además, cambia de escala y forma, transformándose en un motivo de diamante en las celosías caladas y las cristaleras de acceso a la cocina semiabierta.
Los paneles de madera tradicionales japoneses se actualizan gracias al corte digital en paneles MDF ligeramente blanqueados y chapados en roble. Los planos calados de la barandilla y la cristalería de la cocina y el sótano se insertan en una estructura de acero oxidada. Además de resaltar la materia prima, ésta contrasta con la calidad y textura de la madera.
Con una superficie de tan sólo 70 metros cuadrados, este restaurante en París era originalmente una pizzería. “Tuvimos que llevar a cabo una importante remodelación del espacio”, explican Alia Bengana y el equipo de Atelier BEPG. Los arquitectos señalan la dificultad que supuso el dar respuesta a las demandas. Para ello tuvieron que encontrar espacio para el equipamiento de la cocina, el almacén, los carritos y un estante para vinos refrigerado. Además de las mesas y asientos, imprescindibles en cualquier restaurante.
Las celosías y paneles de madera son los grandes protagonistas de la nueva distribución. Sobre un telón de fondo de muros de piedra y vigas vistas de hormigón, permiten lograr una mayor sensación de intimidad. Gracias a ellos se definen espacios, dibujando pasillos y entradas, y protegiendo los rincones más privados.
Fotografía: David Cousin-Marsy (cortesía v2com)
Para más información visiten: Alia Bengana, Atelier BEPG
Vía: diarioDESIGN
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