La firma de arquitectos con sede en Montreal Atelier Barda recibió el encargo de rediseñar este espacio de 107 m² que sirve como alojamiento para los clientes internacionales y colaboradores de una empresa ligada al mundo de la moda. A caballo entre una habitación de un hotel y un apartamento tipo loft, requería de un diseño simple pero cálido que se adaptara a sus diferentes ocupantes.
El apartamento se reconfiguró para optimizar las diferentes estancias y permitir una circulación fluida y discreta entre el dormitorio, el vestidor y el baño. El espacio liberado se utilizó para crear una sala de estar diáfana, bañada por la luz natural.
La estructura original se dejó vista para que su calidad tosca contrastara con el cuidadoso tratamiento de los detalles y materiales del interior. Explican los arquitectos que “eligieron tratar los volúmenes como bandas de color en dos dimensiones. Cada superficie está diseñada para llamar la atención sobre los materiales y las texturas”. Por ejemplo, la cocina, en roble teñido negro mate, muestra sutiles variaciones dependiendo de la luz y los armarios empotrados están enrasados con la encimera de mármol.
Además, el grosor de los materiales se ha ocultado para obtener bordes rectos en los encuentros entre las superficies. Por ejemplo, en el ángulo entre la cocina y el pasillo adyacente, el mármol, el roble teñido y el yeso parecen no tener ningún espesor, como si fueran bandas horizontales de color en una pintura abstracta.
El proyecto ha prestado especial atención a los detalles para crear un diseño consistentemente elegante. Los electrodomésticos de la cocina están ocultos detrás de puertas coplanares con manijas empotradas, las mismas manetas que se han utilizado en todas las unidades de almacenamiento del apartamento.
A través de su línea de diseño de mobiliario Foraine, los arquitectos también diseñaron todos los muebles, creando una bella y funcional colección. Los dos sofás de cuero y la gran mesa de centro son el punto focal en la sala de estar. Una minimalista estantería de metal y un banco de mármol a lo largo de la pared opuesta añaden el toque final a este espacio de reunión y relax.
Por otra parte, la mesa de comedor y los bancos de roble macizo con una base tubular de metal negro se mezclan con los materiales utilizados en la cocina. En el dormitorio, la estructura de la cama y el escritorio están hechas también de roble, formando un conjunto minimalista y de líneas limpias.
Para más información visiten: Atelier Barda
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