Las mallas son elementos de equipamiento de terrazas, balcones, jardines o parcelas para resguardar una zona y dar sombra, separar ambientes, hacer cerramientos parciales o para decorar áreas exteriores de la casa.
Son elementos de ocultación que refuerzan la intimidad de la familia en el hogar a la par que dan sombra en los jardines o terrazas en las que se coloquen.
Las claves
Las funciones que pueden desempeñar este tipo de mallas son: sombra, decoración, delimitación del espacio, seguridad y preservación de intimidad.
Sus principales ventajas son que no requiere mantenimiento, son muy fáciles de colocar, son resistentes a la intemperie (al agua, a la humedad y a la incidencia de los rayos del sol).
Son versátiles. Se pueden colocar solas o sobre otros elementos como las pérgolas.
Tipos de función
Estos elementos cumplen básicamente tres funciones, que en la mayoría de los casos no son excluyentes entre sí.
Soluciones para vallar
• Las mallas pueden cumplir la función de delimitar y añadir seguridad. Puede proteger un espacio de posibles accidentes domésticos. Los niños son los miembros de la familia más vulnerables a sufrir este tipo de accidentes, sobre todo riesgo de caídas, por eso conviene acondicionar la casa para garantizar su seguridad con mallas en partes del jardín o terraza.
Por ejemplo se usan para cercar zonas florales y huertos o para separar la zona de la piscina.
Material
Plástico: material más rígido y muy resistente al agua-humedad.
Poliéster: material más resistente que la rafia. Suele recomendarse para colocarse en pérgolas.
Rafia: fibra flexible y resistente que se suelen colocar en gacebos o parasoles portátiles.
¿Qué grado de sombra quiere?
Las mallas de sombreo tienen una densidad, expresada en un porcentaje (50%, 90%, etc). Esa densidad determina el porcentaje de opacidad y, por tanto, la cantidad de sol que deja pasar.
La regla más sencilla para saber qué densidad queremos para el jardín de nuestra casa es la siguiente:
- Si una malla tiene 50% de densidad significa que deja pasar un 50% de la acción del sol.
- Si una malla tiene 80% de densidad significa que deja pasar un 20% de la irradiación solar. Con esta opacidad puede conseguir disminuir la temperatura sobre la superficie sobre la que se coloca y aumentar la humedad.
- Si una malla tiene 90% de densidad significa que deja pasar solo un 10% de los rayos solares. Ideal para las zonas muy calurosas y con mucha exposición al sol o en lugares donde celebre eventos para proteger a las personas del sol durante largo tiempo.
El color determina la temperatura
El color es algo más que un detalle meramente decorativo. Elegir un color de malla u otro influirá en la acción final de la luz solar.
- Mallas de color negro: disminuyen la luz sobre la zona tapada, pero el negro absorbe el sol y hace que aumente la temperatura. No recomendada para lugares muy calurosos.
- Malla verde: al ser un color oscuro actúa de modo similar al color negro, pero con menor intensidad. Ayuda a evitar posibles impactos o deslumbramientos visuales y es aconsejable para sombrear zonas con plantas, ya que colabora a mejorar la fotosíntesis de las plantas que cobija y, por tanto, potencia su color.
- Malla blanca: el blanco es el color que más luminosidad y claridad refleja.
- Malla gris y beige: los colores claros como éstos reflejan mucho la luz.
Medidas
Para saber la medida de la malla que necesita, mida la cantidad de sombras que quiere conseguir (mida de punto a punto de sujeción donde la va a instalar) y añada unos 10 cm más por cada lado. Es decir, si su zona mide 2 m de ancho por 3 de largo, lo aconsejable es que la malla mida unos 2,20 m de ancho por 3,20 de largo.
Mantenimiento
Este tipo de mallas son de fácil mantenimiento ya que para su limpieza basta con lavarla con agua templada.
Las funciones que pueden desempeñar este tipo de mallas son: sombra, decoración, delimitación del espacio, seguridad y preservación de intimidad.
Sus principales ventajas son que no requiere mantenimiento, son muy fáciles de colocar, son resistentes a la intemperie (al agua, a la humedad y a la incidencia de los rayos del sol).
Son versátiles. Se pueden colocar solas o sobre otros elementos como las pérgolas.
Tipos de función
Estos elementos cumplen básicamente tres funciones, que en la mayoría de los casos no son excluyentes entre sí.
Soluciones para vallar
• Las mallas pueden cumplir la función de delimitar y añadir seguridad. Puede proteger un espacio de posibles accidentes domésticos. Los niños son los miembros de la familia más vulnerables a sufrir este tipo de accidentes, sobre todo riesgo de caídas, por eso conviene acondicionar la casa para garantizar su seguridad con mallas en partes del jardín o terraza.
Por ejemplo se usan para cercar zonas florales y huertos o para separar la zona de la piscina.
Soluciones para ocultar y sombrear
• Las mallas son capaces de dar sombra a nuestro espacio exterior, proteger de los rayos ultavioleta y de la entrada de animales (pájaros, insectos, etc.).
• También cumplen la función de ocultación: tapar la zona para que quede fuera de la vista de los vecinos y preservar la intimidad, por ejemplo si su casa es un bajo y tiene vecinos en los pisos superiores.
Estas soluciones las podemos utilizar también para cubrir el techo de una pérgola o para lugares donde es necesario proteger plantas, por ejemplo, las cuales necesitarán que pase más o menos luz solar.
Soluciones para decorar
• Las mallas constituyen, asimismo, un elemento de acondicionamiento y decoración del espacio exterior, además de la mencionada protección contra el sol.
Material
Plástico: material más rígido y muy resistente al agua-humedad.
Poliéster: material más resistente que la rafia. Suele recomendarse para colocarse en pérgolas.
Rafia: fibra flexible y resistente que se suelen colocar en gacebos o parasoles portátiles.
¿Qué grado de sombra quiere?
Las mallas de sombreo tienen una densidad, expresada en un porcentaje (50%, 90%, etc). Esa densidad determina el porcentaje de opacidad y, por tanto, la cantidad de sol que deja pasar.
La regla más sencilla para saber qué densidad queremos para el jardín de nuestra casa es la siguiente:
- Si una malla tiene 50% de densidad significa que deja pasar un 50% de la acción del sol.
- Si una malla tiene 80% de densidad significa que deja pasar un 20% de la irradiación solar. Con esta opacidad puede conseguir disminuir la temperatura sobre la superficie sobre la que se coloca y aumentar la humedad.
- Si una malla tiene 90% de densidad significa que deja pasar solo un 10% de los rayos solares. Ideal para las zonas muy calurosas y con mucha exposición al sol o en lugares donde celebre eventos para proteger a las personas del sol durante largo tiempo.
El color determina la temperatura
El color es algo más que un detalle meramente decorativo. Elegir un color de malla u otro influirá en la acción final de la luz solar.
- Mallas de color negro: disminuyen la luz sobre la zona tapada, pero el negro absorbe el sol y hace que aumente la temperatura. No recomendada para lugares muy calurosos.
- Malla verde: al ser un color oscuro actúa de modo similar al color negro, pero con menor intensidad. Ayuda a evitar posibles impactos o deslumbramientos visuales y es aconsejable para sombrear zonas con plantas, ya que colabora a mejorar la fotosíntesis de las plantas que cobija y, por tanto, potencia su color.
- Malla blanca: el blanco es el color que más luminosidad y claridad refleja.
- Malla gris y beige: los colores claros como éstos reflejan mucho la luz.
Medidas
Para saber la medida de la malla que necesita, mida la cantidad de sombras que quiere conseguir (mida de punto a punto de sujeción donde la va a instalar) y añada unos 10 cm más por cada lado. Es decir, si su zona mide 2 m de ancho por 3 de largo, lo aconsejable es que la malla mida unos 2,20 m de ancho por 3,20 de largo.
Mantenimiento
Este tipo de mallas son de fácil mantenimiento ya que para su limpieza basta con lavarla con agua templada.
Vía: Leroy Merlin
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