Tadelakt

El estucado en Tadelakt es una técnica de revestimiento con miles de años de antigüedad que sin embargo ha ido adquiriendo adeptos en las últimas décadas por sus múltiples virtudes y posibilidades.

Utilizada habitualmente en los antiguos palacios de los sultanes o los actuales hamman turcos y los baños marroquíes, se trata de un material muy dúctil que se puede aplicar sobre cualquier superficie tanto en interior como exterior, es resistente al agua pero al mismo tiempo muy permeable y cuenta con cualidades asépticas.

Su elemento básico es un tipo de cal muy fina, que se mezcla con agua y se deja reposar hasta que se forma una pasta que se distribuye de forma homogénea en una misma dirección, para luego ser abrillantada en círculos mediante una piedra de río (aunque actualmente también existen ceras especiales para conseguir ese efecto).

Cada artesano puede conseguir resultados muy diferentes jugando con la textura y las ondulaciones, aunque en general se recurre al Tadelakt para obtener acabados de gran suavidad y colores profundos, que curiosamente ganan en belleza con el paso del tiempo.

A pesar de que el uso más convencional del Tadelakt suele hacerse sobre pared, es posible estucar cualquier tipo de superficie siempre que esta sea lisa; elaborado sobre cemento con un acabado precioso y vibrante; además el estucado se extiende sobre la estructura del sofá y el zócalo que decora la parte inferior de la pared creando una sensación de continuidad y una atmósfera relajante y placentera.

Se puede incluso utilizar esta técnica para delimitar diferentes alturas y separar ambientes aplicándola sobre los escalones. Aún siendo duradero y extremadamente resistente, el Tadelakt requiere un mantenimiento esporádico pero imprescindible para mantener su brillo y calidad; así en las zonas húmedas como el baño hay que repasar las superficies con un jabón negro especial, y en las estancias secas como el salón ha de nutrirse con cera.

Vía: Decoracionia