martes, 10 de junio de 2014

Duchas para discapacitados

En cualquier momento de nuestras vidas podemos ver limitada nuestra capacidad de desplazamiento. Y no nos referimos solo a las limitaciones que nos va imponiendo la edad, sino a los cambios físicos que pueden llegar tras un accidente con consecuencias irreversibles o por una circunstancia puntual y pasajera.



Los discapacitados deben luchar a diario para superar las dificultades que el entorno les impone, especialmente las que le impone el diseño arquitectónico en los espacios que utilizan. Por eso, hoy queremos ayudarles a conseguir una vida más sencilla al menos en su propia casa. Para ello vamos a dar algunos consejos para acondicionar un baño para minusválidos, especialmente en cuanto a la zona de la ducha.

Ducha en lugar de bañera

Lo primero que hay que tener en cuenta es que para las personas de movilidad reducida son más adecuadas las duchas que las bañeras, ya que en estas últimas es muy difícil tanto entrar como salir. Eso sí, será necesario que la ducha cuente con unas determinadas características.

El suelo

La mejor ducha para un discapacitado es la que cuenta con el suelo nivelado con el resto del pavimento del cuarto de baño. De esta manera, se facilita la aproximación con la silla de ruedas. Así, es preferible que en el perímetro no haya ni bordes hundidos ni salientes. También es importante que las zonas inclinadas para facilitar el desagüe no superen el 2% de inclinación. Además, el suelo deberá ser antideslizante.

El espacio

Por otro lado, deberá tener muy en cuenta que el espacio de la ducha deberá ser, al menos, de 90 cm de ancho y de 120 cm de fondo, siempre y cuando no se trate de un recinto exclusivo para la ducha, en cuyo caso, el espacio disponible deberá ser de 180 cm x 180 cm, ya que de esta manera se pueden facilitar las maniobras con la silla de ruedas. Además, en este caso la puerta deberá abrir hacia fuera o ser corredera. También será imprescindible que quede un espacio libre de obstáculos frente a la ducha para que pueda colocarse la persona en silla de ruedas.

Asientos

Las personas discapacitadas que no puedan ponerse de pie o tengan dificultades de equilibrio necesitarán ducharse sentados. Por eso, será imprescindible ubicar un asiento, ya sea un taburete, una silla de ducha (una silla de ruedas de plástico) o un asiento fijo a la pared, preferiblemente con patas, que son más seguros. Además, es mejor que el asiento sea abatible para que pueda guardarse cuando la ducha deba ser utilizada por personas sin movilidad reducida.

Grifo y barras de apoyo

Por otro lado, el grifo y la alcachofa deberán ser fáciles de coger desde el asiento. Además, será importante que en la misma pared del grifo haya una barra de apoyo horizontal fija para hacer la transferencia de la silla de ruedas al siento. Si es necesario, pueden instalarse más barras de apoyo en la zona de la ducha.

Mampara


Por supuesto, es preferible que en lugar de mampara, la ducha cuente con una cortina. Y si finalmente se opta por la primera opción, ésta deberá ser plegable y sin carril en el suelo para facilitar la aproximación de la silla.

Otros consejos para el cuarto de baño

Además de todo lo anterior, es importante que el suelo de toda la estancia sea de algún material antideslizante, que junto a los artefactos sanitarios haya barras de apoyo antideslizantes, que todos los accesorios de baño estén instalados a una altura no superior a 120 cm del suelo, que el lavamos no tenga pedestal ni mobiliario inferior que impida la aproximación de la silla de ruedas, que la grifería sea del tipo palanca o presión y que el espejo se instale a una altura de 100 cm. Además, el WC tendrá que estar a una altura de 50 cm desde el nivel del suelo y los asientos deberán estar bien sujetos y en perfectas condiciones.

Vía: Decorablog

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