El alabastro es un material que se usa en la arquitectura y en la decoración desde hace más de 3.000 años, y en nuestro país, tiene una tradición especial, ya que la Comunidad Aragonesa es uno de los escasos lugares del mundo en los que se extrae este mineral tan especial.
Desde que fuera utilizado en la Edad Media para labrar impresionantes esculturas y retablos, o para cerrar ventanas a modo de cristaleras, el uso del alabastro ha evolucionado enormemente, siendo en la actualidad un material de moda para ennoblecer estancias y que igual se usa en hoteles que en oficinas, restaurantes, balnearios o auditorios.
Su extracción se produce en canteras, muchas de ellas situadas en Aragón, en las que el alabastro aparece en forma de vetas que afloran a la superficie en unos casos, o que penetran en la tierra en otras. Una vez extraído, esta piedra que tiene la propiedad de dejar pasar la luz es fácilmente maleable, se convierte en un material único que hace que cada una de sus piezas sea irrepetible, por lo que da exclusividad a los lugares en los que se instala.
Por supuesto, además de ser un elemento fundamental en muchos edificios públicos, el alabastro está tomando gran relevancia desde hace unos años en el ámbito del interiorismo en viviendas de lujo, dotando a los proyectos en que se instala de una gran personalidad, con toques de sobriedad y elegancia.
En el interior de las viviendas, el alabastro tiene múltiples opciones dependiendo de la imaginación del interiorista y de los propietarios de la casa. Uno de los usos más comunes de esta piedra en el interior de las viviendas es para separar ambientes y cerramientos, permitiendo el paso de la luz natural entre las distintas estancias.
El alabastro también puede usarse como acristalamiento de interiores y exteriores gracias a sus propiedades translúcidas, pudiendo sustituir el vidrio por esta piedra en puertas y ventanas para dejar pasar la luz natural e iluminar la vivienda y para irradiar la luz artificial del interior hacia el exterior.
Como elemento decorativo, el alabastro también puede instalarse para diseñar y vestir cocinas o baños, proporcionando una calidez increíble a los espacios en los que se instala al crear ambientes naturales llenos de personalidad y con un toque de modernidad.
Además de utilizarse como piezas de acristalamiento o para cerrar muros y dividir estancias, el alabastro tiene también otros muchos usos, decorativos en unos casos, gracias al efecto estético que se provoca al mezclarlo con otros materiales, tal y como sucede en esta escalera de una vivienda de la provincia de Zaragoza.
Su uso para diseñar mobiliario también se está extendiendo cada vez más, fabricándose muebles exclusivos como esta moderna mesa giratoria que recibe el nombre de ‘Copernicus’, creada por el diseñador español Paco Camús.
Y para acabar, no podíamos dejar de resaltar el uso del alabastro en la fabricación de lámparas que ayudan a crear ambientes y dar el toque de diseño de sofisticación a cualquier hogar gracias a la calidez que proyecta la luz que sale del interior de las lámparas diseñadas con este material y a la facilidad que se tiene a la hora de trabajar y de crear distintas formas.
Vía: Decoesfera
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