sábado, 8 de febrero de 2014

Tapizado

El tapizado es uno de los oficios que debe combinar la técnica con el estilo en la colocación y la elección de una tela. Cuando se hace referencia a las técnicas del tapizado, éstas deben entenderse como las distintas formas de trabajar unos materiales, y en este caso, con unas pocas herramientas propias del oficio es suficiente.

Todo trabajo de tapicería requiere una planificación previa; por ello se ha de pensar tanto en el material como en las herramientas necesarias. A diferencia de otros oficios, las herramientas propias del tapizado son pocas; aunque, a veces, el tapicero debe recurrir a utensilios de otros oficios, que le son de gran ayuda.

Medir y marcar


El tapicero debe tener presente que el marcado de los diferentes materiales le puede significar un ahorro considerable de los mismos. Al iniciar los trabajos de tapizado, el tapicero toma medidas con un metro de carpintero y para marcar utilice jabón de sastre, que sirve para todo tipo de telas.

A veces, el marcado se realiza sin el metro, utilizando como guía el perímetro del asiento que se desea tapizar; en estos casos para señalar la tela se utiliza un rotulador de punta gruesa.

Cuando debe tapizarse un cojín, que tiene que hacer las funciones de asiento de un sillón, se confecciona una plantilla que servirá de guía para cortar la tela. Para el marcado también puede utilizarse un rotulador de punta gruesa.

Corte de materiales


Para cortar materiales existen técnicas distintas que son propias de cada uno de ellos. Por ejemplo, para obtener un corte recto en las telas de saco, el método más apropiado es sacar una fibra de la tela, con lo que se consigue una marca recta y fácil de seguir.

Otro sistema consiste en colocar la plantilla sobre la tela y cortar siguiendo la forma con unas tijeras. Para cortar con patrones deberá preverse un margen de aproximadamente 2 cm para poder realizar las costuras.

La gomaespuma de poco grosor puede cortarse con unas tijeras; éstas deben tener un filo de unos 25 cm de
longitud para facilitar el corte. Si el grosor de la gomaespuma es de 3 o 4 cm es más práctico emplear un serrucho de costilla, con el que puede conseguirse un corte bastante recto.

Fijado de materiales


Otra de las operaciones que es motivo de estudio en el oficio de la tapicería es la fijación de los materiales. De-ben distinguirse: el encolado de la gomaespuma y la colocación de las tiras decorativas, el clavado de los diferentes materiales necesarios para realizar un buen tapizado y el grapado de los materiales de relleno, entretelas y cubiertas.

Para fijar una superficie de gomaespuma relativamente grande a un tablero de madera, lo mejor es aplicar cola de contacto. Deben impregnarse de cola las dos superficies que se quieren unir; transcurridos unos 5 minutos, se juntan presionando con las palmas de las manos para garantizar una perfecta adherencia.

La fijación de materiales auxiliares para el tapizado puede hacerse mediante el clavado. Con el martillo de tapicero se coloca un clavo de uña para sujetar el alambre que servirá para hacer la base del tapizado del respaldo de un sofá.

Para sujetar la gomaespuma al bastidor de madera se suele emplear la grapadora. Antiguamente se usaban el martillo y las tachuelas para fijar estos materiales.

Habilidad manual


Aunque se haga una constante mención a la utilización de las herramientas, cabe entender que un buen tapicero tiene una gran habilidad con las manos, pues con ellas y sin más ayuda es capaz de dar forma a cualquier tapizado con una cierta facilidad.

Cuando emplea el bramante para atar los muelles, debe hacer los nudos pertinentes y en las direcciones
necesarias para fijarlos correctamente.

Para distribuir el material de relleno en un asiento, debe introducir los dedos en el interior de las fibras y repartirlas de forma regular y sin nudos por toda la superficie.

La realización de los pliegues, en la fase de acabado, es muy importante, ya que éstos determinan la calidad de un buen tapizado. El ajuste y tensado de la tela de la cubierta debe realizarse con suma delicadeza, a la vez que se eliminan todas las arrugas que puedan aparecer; esta parte es la que queda a la vista; por lo tanto, es la que sirve para evaluar superficialmente la calidad del trabajo realizado por el tapicero.

Fijaciones auxiliares


Las fijaciones auxiliares son las que se realizan temporalmente para sujetar, afirmar o tensar las entretelas y las cubiertas. Por lo general, para estas operaciones se utilizan los espetones, aunque también pueden emplearse las tachuelas, sobre todo cuando se trata de fijar telas al bastidor de madera. Para tensar y fijar la tela de arpillera del respaldo del sofá, el tapicero usa los espetones.A medida que se cose la costura del guardarriñón de un sillón, se quitan los espetones que sujetan la tela.

Fijaciones definitivas


Las fijaciones definitivas son todas las que se realizan en la fase de acabado del tapizado. Algunas de estas fijaciones se hacen en las entretelas y en los materiales de relleno, aunque son de gran importancia las de las cubiertas. Dependiendo del tipo de fijación será necesario colocar tiras decorativas para que den un acabado más vistoso.

En un tapizado de un cabezal de cama es fácil esconder las grapas que sujetan la tela decorativa, tan sólo es necesario doblar la tela por la parte posterior y al mismo tiempo que se tensa, fijarla.

Es muy importante que en cualquier tipo de tapizado se puedan ocultar las grapas en su interior. Si es necesario poner grapas en la parte frontal de un sofá, será preciso encolar una tira decorativa sobre las mismas, con el fin de taparlas y embellecer el mueble. Como material de fijación pueden utilizarse clavos de cabeza redonda, que también son decorativos.

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