
La primera, en forma de cascada de agua con un flujo perlado, dispone de una amplio caudal y proporciona una sensación de suavidad en la piel; la ducha puede emplearse de manera focalizada en zonas concretas del pie o de la pantorrilla, por ejemplo para tratamientos de Kneipp; y, por último, las cuatro boquillas del suelo de la pila permiten estimular la planta del pie.

La unidad también dispone de dos programas automáticos: Relax, donde los pies se sumergen en agua templada y plana para, a continuación, ascender la temperatura y el nivel del agua. Este proceso activa la circulación sanguínea, relaja y hace entrar en calor. El segundo, denominado Vitalize deshace tensiones, refresca y vitaliza. Al principio, los pies se sumergen en agua caliente y plana, a continuación, las cuatro boquillas empiezan a masajear con una presión de agua de intensidad creciente y temperatura cambiante las zonas reflexológicas.

Para más información visiten: Dornbracht, Dieter Sieger
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